‘Dear Hotel Sky Lounge’, un imprescindible al atardecer

Hubo un tiempo en que los restaurantes de hoteles eran vistos como un lugar selecto de acceso exclusivo para clientes y turistas. Por suerte, ya no es así; la mayoría de establecimientos han abierto sus puertas, y las de sus restaurantes, a la calle. Es más, algunos incluso nacen pensando en los habitantes de la ciudad, con la idea de sumarse a la ansiada lista de sitios que crean tendencia a la hora de salir. Es el caso de Dear Hotel que, casi antes de su apertura, ya había conseguido generar la necesidad de conocerlo y saber qué se cuece por allí.

¿El secreto de su éxito? Puede ser su ubicación a los pies de la Plaza de España, justo en la esquina entre la Gran Vía y la calle de los Reyes. Puede ser también su interiorismo, a cargo del estudio Sandra Tarruella, que ha definido un estilo elegante y sobrio en el que se fusionan elementos originales del edificio -como la barandilla y el mármol de la escalera- con otros totalmente contemporáneos. Pero seguro que es su terraza-restaurante-lounge, situada en las últimas plantas del edificio, lo que más despierta la curiosidad.

El atardecer desde la terraza Nice to meet you tiene algo especial. La perspectiva aérea (inédita hasta la fecha) que se tiene del Palacio Real, Plaza de España, la calle Princesa, Casa de Campo, la sierra, las calles de Conde Duque y Malasaña… y todo lo que un día soleado permita contemplar en el horizonte madrileño, tienen mucho, pero mucho, que ver. Está dividida en dos espacios: restaurante, con una zona interior totalmente acristalada y un pasillo exterior con mesas para cuatro personas; y la zona lounge, en el top de hotel, a la que se accede por una pequeña escalera situada al fondo de la terraza -justo al lado de la sky pool, de uso exclusivo para clientes del hotel debido a sus pequeñas dimensiones. Una barra de coctelería preside el lounge, donde se sirven desde cañas tiradas con maestría a caipirinhas o mojitos, entre otros combinados.

Para picar, una carta de altura con un toque muy informal: platos para compartir, como croquetas de jamón del bueno, gyozas de carrillera ibérica estofada o tartar de tomates en diferentes texturas. Los fines de semana la experiencia se completa con las sesiones de un Dj set que animan las tardes y noches de la ciudad. Y todo ello pensado para sus ‘queridos’ visitantes, los de dentro y los de fuera. Así es como Dear Hotel se hace un hueco entre la interminable oferta de ocio de la ciudad.

*Fotos Juan David Fuertes