Con la primavera llegan a Madrid los árboles en flor, las ganas de pasear al sol y las noches a 20º que terminan con un cóctel en la mano. Con ella también renacen nuevos locales, únicos e inesperados, que nos invitan a descubrir otras culturas, otros sabores. Esta vez nos adentramos en el corazón de Malasaña, una zona en continua efervescencia, y probamos la nueva coctelería que ya lo está petando en la calle Divino Pastor, junto a la Plaza Dos de Mayo: Caravan Serai. Un sugerente proyecto que se integra genial con las vibras del barrio más cosmopolita y trendy de la ciudad. ¿Te lo contamos?
Llegamos a Caravan Serai y al cruzar su puerta algo nos resulta familiar: estamos en un antiguo bar malasañero de los de toda la vida, el legendario Café Isadora. Conservando su majestuosa barra de mármol, las sillas antiguas, el piano de pared y un precioso suelo de baldosas blancas y negras querían preservar el espíritu madrileño que todavía se siente al entrar. Pero las culturas no están reñidas, y menos en decoración: no hay que dar muchas vueltas por el espacio para fijarse en que aquí lo castizo se funde con tradiciones más lejanas. Mali Mohammadzadeh, artífice de esta exótica coctelería junto a su pareja, el peruano Gustavo Alan, vino de Irán a España donde de inmediato empezó a formarse en coctelería. Formación que realizó para poder materializar este proyecto que se inspira en uno de los episodios más esplendorosos de la historia de su país, cuando formó parte de la Ruta de la Seda.
Caravan Serai significa, literalmente, ‘parada en el camino’. Un término que le viene como anillo al dedo a este espacio que propone deliciosos y relajados momentos de desconexión en medio de la gran urbe que es Madrid. Aunque para hacer que este histórico café se asemejara a los caravan serai que los comerciantes y turistas encuentran en mitad del desierto, Mali ha contado con el equipo de 83 Arquitectos (artífices de proyectos como los restaurantes Araia y Tampu; o cafeterías como Wilko Speciality Coffee). ¿Las soluciones empleadas? Impregnar el espacio de azul turquesa, rojo y amarillo (colores muy utilizados en la antigua Persia), cubrir el techo de alfombras de colores que, además, ofrecen un curioso juego de luces y sombras, y crear unos originales apliques artísticos que identifiquen a cada uno de los países que formaban la ruta: India, China, Egipto, Persia, Gracia y Japón.
Pero, ¿cómo son los cócteles de Caravan Serai? Los países de la Ruta de la Seda inspiran también su propuesta coctelera. Para ello han elegido ingredientes, especias e incluso recipientes procedentes de cada uno de estos cinco países, lo que da un toque súper genuino y muy exótico a cada uno de sus cócteles. Conviene, por tanto, escuchar a la propia Mali y a su equipo enumerar los diferentes ingredientes que llevan sus fórmulas, y las historias y leyendas que les han servido de inspiración, ¡resulta fascinante!
Como es de esperar, la antigua Persia (ahora Irán), es el país que tiene más peso en la carta y, en nuestra opinión, al que se dedican algunos de los cócteles más sobresalientes. Como el Jomá (Jack Daniel’s N7 con granada y el distintivo de Campari, aroma de sirope de vainilla y clara de huevo y bitter), combinado que se presenta en una vasija procedente de Irán (las envía directamente desde Irán una artista local) y que reproduce el ave mitológica que simboliza la felicidad; o el Aladdin, (Whiskey Bushmills y licor blue curazao, saborizado con piña, yuzu y albahaca), un cóctel de color azul como el genio de la popular historia y que se sirve -cómo no- en una lámpara de cristal.
Volamos a Japón para saborear otra de sus creaciones estrella: el estimulatne Daruma (figura que en la cultura nipona es un amuleto de la buena suerte) que triunfa entre su público con una base de Gin Mare Capri cítrico con ginebra herbal, yuzu, shiso, hojas de limón kaffir, gajos de limón y ginger ale; o el Sakura, elaborado con Ron bacardi, licor de ciruela, lima, albahaca, y que se presenta bajo una nube de té matcha con canela que va dejando caer gotas sobre el vaso, ¡pura fantasía!
Incluso un cóctel de café se vuelve lejano con su versión Espresso Martini con un toque de chocolate y naranja. El resto de su carta nos da más opciones, con clásicos como el Bloody Mary, Dry Martini, Manhattan o Moscow Mule, pero también aperitivos como el Bonanto, el Martini ambrato o el Bonanto Spritz. No faltan cervezas como Águila rubia o IPA Cibeles, y algunas opciones de vino blanco y tinto para los que quieren llevar el descanso más allá de los destilados.
Caravan Serai es, sin duda, un ansiado oasis que invita a la desconexión en el corazón de Madrid. Donde podemos relajarnos, dejarnos llevar y recuperarnos del ajetreado día a día en la capital. Con un local que atrapa y unos cócteles formidables pensados para gustar a todos los paladares, y cargados de historias fascinantes.
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