*** ESTABLECIMIENTO CERRADO ***
La coctelería y club degustación Adam & Van Ekelen cambia de nombre y de calle, pero no de barrio, porque permanece en Malasaña. V Manneken es el nuevo local de Adam Plecha, donde mantiene la esencia de coctelería clásica que tanto domina, y a la que suma su otra pasión: los muebles restaurados. El resultado es un local con dos caras en apariencia bien distintas pero que aquí casan a la perfección: tienda de antigüedades de día y cocktail room de noche.
Tiene el aspecto de típico salón familiar a dos alturas, con una estancia de entrada -que en verano abre hacia la calle para hacer las veces de patio frontal- y dos estancias interiores a las que se accede subiendo unos escalones. Durante el día las puertas están abiertas a los aficionados a los muebles antiguos y a las piezas con historia, que aquí encontrarán objetos y mobiliario de todo tipo, pero siempre con un cierto aire clásico -aquí no hay sitio para lo vintage-, como una bicicleta perteneciente a un repartidor de dulces londinense, un butacón de piel con la bandera británica en el respaldo o una cómoda restaurada que Adam utiliza a modo de mostrador en la zona del bar. Y casi todo está a la venta.
La tarde y noche, sin embargo, es territorio de los aficionados a los destilados, porque a partir de las 17h se abre oficialmente la pequeña barra de coctelería clásica de V Manneken. Sus estanterías cuentan con una amplia colección de botellas de ginebra, vodka, wisky y tequila traídas de todas partes del mundo. Entre ellas se encuentran leyendas como Boodles, el gin que bebía el ex presidente Churchill, o el vodka Zobrowka, todo un clásico popular entre los polacos.
Con ellas prepara cerca de 40 cócteles populares ya en los años 20, 30 y 40, como Dry Martini, Tom Collins, Aviator, Manhattan, Old Fashioned, Vesper, Sibiriskaya o el Crusta Brandy. Y cada uno con su vaso o copa correspondiente, diferentes joyitas de cristal recopiladas por el propio Adam, unas de herencia familiar, otras encontradas en sus viajes por el mundo. Y para los que prefieran tragos más suaves, sobre todo a la hora del aperitivo en fin de semana, vino y vermú. No tiene cocina, pero eso no le impide organizar diversas degustaciones gastronómicas con chefs dentro del propio local.
V Manneken es un paso hacia delante en la trayectoria del enérgico Adam que sigue apostando por la coctelería de calidad; la misma que allá por los 80 fue derrotada por el cubata y que ahora vuelve a resurgir con fuerza, incluso en barrios tan canallas como Malasaña.