*** ESTABLECIMIENTO CERRADO ***
Todo empezó hace unos años en un pequeño pueblo de México. Manuel Ríos, desde un principio, ya sabía que quería vivir por y para el café, pero para el café más especial. La idea nació allí en base al modelo de negocio de la especialización de este tipo de planta, en base al amor a la cereza del café y todo ese juego de sabores y cultura que le rodea.
Se trata de una pasión que a Manuel le viene de pequeño, de inspiración en San Cristóbal: lugar donde residían los cafetales y se inició el movimiento del café de especialidad. También fue el sitio en el que el propietario de Masters Speciality Coffe descubrió todo ese extenso mundo que rodea al café.
El proyecto se desarrolló en base a toda esa pasión, que acabó concentrada en un local encantador en Noviciado, de la mano de Manuel y su pareja Céline -de origen francés-, los cuales decidieron instalar en Madrid la cafetería más especializada (y especial) de la ciudad e impregnarla de esa fusión de cultura gastronómica mexicana y francesa. También lo hicieron para acercar toda esa gama inmensa de cafés exóticos y particulares a la mayoría del público español que desconoce el café de especialidad. ‘Lo que queríamos hacer con Masters es traer esos cafés raros, particulares y especiales para que la gente pueda disfrutarlos’.
EL CAFÉ
En la cafetería ofrecen dos conceptos clave: café extraordinario + pastelería de inspiración francesa. Por una parte, los cafés los importan de algunos de los tostadores más importantes del mundo, de ahí el nombre del establecimiento. Ofrecen -así- una bebida que aterriza en Madrid directa desde los tostadores y caficultores más representativos a nivel internacional, como Five Elephant de Berlín, Taff de Grecia o Caraban de Inglaterra. Pero también disponen de cafés de origen que llegan de Colombia, Etiopía, Kenia, Ruanda, Costa Rica o Tanzania. ¿El mejor? el Geisha Finca Deborah, uno de los cafés más destacados del planeta.
En Masters Speciality Coffe tienen diferentes cafés de filtro que la gente puede probar, haciendo una cata de varias especialidades. De ese café de filtro ofrecen un café de Kenia, otro de Etiopía, de Burundi y, el último, de Nueva Guinea. Porque en esta pequeña cafetería de estética étnica solo disponen de cafés 100% especiales, que han pasado por el sistema de calificación de lowriders, caracterizados por huir de la amargura y acidez que proporciona el café común; por tender hacia lo aromático y a sabores más intensos. Asimismo, ofrecen tés helados, zumos y limonadas de pepino ideales para el detox veraniego.
PASTELERÍA FRANCESA
Si hablamos de pastelería, se despliega todo un recorrido de dulces franceses de ensueño. Entre ellos: la Tartas tatin, Cheesecakes estilo francés, Apple pies, Tartas de limón-merengue, Canelés, Èclaires de almendra y café de Eclair, Croissants, Tartaletas de crèmme partisie con frambuesas y crumble de arándanos. Dejando de lado la repostería francesa, presentan las mejores trenzas de hojaldre -de un obrador alemán- y cookies de chocolate con sal, al puro estilo americano. También, una serie de bocadillos y focaccias para los que deseen optar por lo salado.
EL JARDÍN SECRETO
Pero, sin duda, el tesoro más preciado de la cafetería y el que atraerá la atención del gran público, es el secret garden que aguarda en la parte trasera del establecimiento. Un espacio en forma de jardín común o lugar cerrado donde se comparte mesa, algo dulce y buena conversación. Un patio al estilo mediterráneo, con una decoración ecléctica y vintage, en el que se respira mucha paz. Un oasis en medio de la ciudad que, a buen seguro, nos ayudará a tomar aire en medio del sofocante verano madrileño. En definitiva, un patio en el que nos sentimos como en casa, entre vegetación, rayos de sol y un imaginario tropical de buenas vibraciones.
EL IMPRESCINDIBLE un èclaire de almendra junto a un café Geisha Finca Deborah en pleno secret garden.
FÍJATE EN… los pequeños detalles étnicos de este ecléctico local y sus múltiples terrariums.