*** ESTABLECIMIENTO CERRADO ***
Este local ha pasado a ser: HanSo Café 2
Hay muchas formas de viajar y, por lo tanto, muchos tipos de viajeros. Entre ellos hay un grupo en especial que disfruta planificando todos los detalles del viaje (elección del destino, trazado del itinerario, documentación sobre los lugares a visitar) tanto como del viaje en sí mismo. Pensando en ellos dos apasionados viajeros y amigos, Alfonso González y Ana González (secundados por sus respectivas parejas), han creado este café-librería que seguramente hará más placentera la experiencia previa a la aventura, La ciudad invisible. Un lugar donde, además de encontrar todas las herramientas necesarias para organizar su periplo (internet gratuito, libros de viajes para consultar o alquilar, guías de ciudades), los trotamundos puedan reunirse y compartir experiencias mediante coloquios, proyecciones de fotografías, exposiciones…
El proyecto se ha materializado en un deslumbrante local en pleno centro de Madrid para el que han tomado el nombre del libro de Italo Calvino sobre los relatos de Marco Polo al rey tártaro Kublai Khan de todas las ciudades fantásticas que conoció en sus viajes por el mundo, ‘Las ciudades invisibles’. La que fuera una antigua ferretería (Hijos de Eulalia Ripoll, como reza el cartel de madera descubierto en la fachada) se ha transformado gracias al admirable trabajo del estudio Triscaideca, en un luminoso espacio de dos alturas, elegante al mismo tiempo que casual (baldosas hidráulicas, columnas de forja, sillones y sillas de diverso cuño, barra de madera blanca y un impresionante mural de Boamistura presidiendo la sala superior) y, sobre todo, muy confortable.
Una puesta en escena embaucadora que invita tanto a una comida informal a base de ‘tapas del mundo’ (hummus con pan de pita, shawarma, crudités, ensaladas, tostas), como a una merienda con alguno de sus distintos tipos de tés, tartas caseras (el bizcocho de zanahoria no falta; el resto varía cada día según los antojos de la dirección) y batidos o lassis (batido de leche y yogur de origen indio) hechos al momento. Y hasta para tomar unas copas plácidamente con los amigos; cualquier plan apetece. Ya sea para planear nuestras próximas vacaciones o escaparnos -solos o acompañados- del ajetreo de las calles, La cuidad invisible se descubre como un oasis de tranquilidad y buen gusto en la zona más transitada de la capital.