‘Hot & Smoked’, genuina cocina americana (y no son hamburguesas)
*** ESTABLECIMIENTO CERRADO ***
Rodrigo Campo ha abierto su restaurante en Malasaña, pero de madrileño y de castizo tiene bien poco. La brújula gastronómica de Hot&Smoked (Puebla, 9 <M> Callao) está orientada al sur de Estados Unidos, y desde allí se ha traído uno de los platos estrella de la cocina tradicional yankee. Y no, no es la hamburguesa.
Este joven empresario hostelero ha preferido apostar por los buns –no confundir con los bao buns, el popular bocadillo (bun) vietnamita de pan al vapor–. En Estados Unidos son tremendamente populares y la diferencia con un bocata normal es el pan: blandito, muy similar al de los hot dogs, pero mucho más consistente para soportar todo lo que se le viene encima. Lonchas, y lonchas y más lonchas de pastrami que maceran en especias y cocinan a baja temperatura durante horas; generosas cantidades de hebras de jugoso pulled pork asado lentamente; o tiernas tiras de pechuga de pollo servidas al estilo cajún. Solo tres carnes a elegir, pero con cuatro combinaciones de ingredientes diferentes cada uno de ellos –mustard, parmesano, cherry, tex-mex, coleslaw, cheese, blue cheese…– que ya tiene fieles seguidores tanto en el restaurante, como para llevar a casa (los pedidos se recogen en local).
A excepción de la carta de bebidas, donde la protagonista es una sidra artesana hecha en San Sebastián, toda la carta es muy del estilo de Luisiana y Tennessee, con notas mexicanas. De hecho, el picante marca la pauta en Hot&Smoked desde los aperitivos –con wasabi– a los platos para compartir, donde sobresalen unas jugosas alitas de pollo fritas y ahumadas con salsa BBQ y cajún, además de tiras de cebolla a la pimienta con salsa ranchera o nuggets de cheddar y jalapeños. Pica, no tanto como para salir con lágrimas en los ojos, pero sí con la marcha en el cuerpo, a ritmo de blues, jazz o funky, banda sonora habitual de este local abierto detrás de la Plaza de la Luna.
