*** ESTABLECIMIENTO CERRADO ***
Al corazón del Barrio de Salamanca le faltaba quizá un punto medio, un restaurante asequible y algo más desenfadado, pero a la vez atractivo y seductor al primer vistazo. Estas características son reunidas a la perfección en Dingo, un local asentado en la calle Velázquez en el que se aúnan a la perfección una cocina con productos variados y de alta calidad, unos precios asequibles para casi todos los públicos y la posibilidad de comer a cualquier hora. Así, este espacio, decorado al estilo industrial y con tres espacios diferencidos, busca ser un punto de encuentro de vecinos y asiduos a la zona tanto para el día como para la noche.
Su cocina, por tanto, da respuesta a las necesidades y horarios del público de la zona, desde los oficinistas y gente que hace shopping por la mañana, hasta las parejas y amigos que se reúnen por la noche. Por eso, en la carta se hallan desde hamburguesas singulares y sandwiches, hasta una importante selección de huevos o unas excelentes carnes cocinadas al grill. Respecto a las hamburguesas, la más sobresaliente es la Café de París, que está compuesta por carne de ternera acompañada de queso brie, cebolla pochada, hojas de espinaca y su propia salsa inspirada en la mítica Café de París, un plato que sin duda alguna conquistará a los burger lovers. La selección de huevos es otro de los puntos fuertes del restaurante: una especialidad que ve su máxima expresión en los Benedictine (pochados con beicon) y en los rotos con paletila ibérica. Propuestas muy para compartir como sus carnes al grill, cocinadas en un grill de carbón que da un toque siempre especial a sus costillas y a sus rib-eyes.
A parte de todas estas propuestas, la carta de Dingo se estira hasta alcanzar una gran diversidad de ensaladas para los que buscan algo más light, una cuidada selección de sandwiches (el de salmón ahumado o su perrito caliente de bratwurst tamaño XL tienen bastante nivel) y, para los más clásicos, un plato de cuchara que cada día varía y que está disponible en cualquier momento del día. Y que los golosos no se asusten: disponen de doce tipos de postres, todos ellos caseros, entre los que destacan su ya famosa cookie de vainilla o una irresistible tarta árabe.
Una gran variedad de platos que pueden ser pedidos a cualquier hora, ya que la cocina de Dingo lleva a rajatabla el concepto all day dinning, es decir, el estar abierta todo el día desde primera hora de la mañana hasta la medianoche. En el transcurso de ese tiempo se puede disfrutar de sus diferentes desayunos, de un brunch diario, de un aperitivo con sus cervezas artesanas y de copas y cócteles para estirar la sobremesa hasta más allá de la medianoche.
La actividad en Dingo no cesa y quiere demostrar que, saliendo de los clichés, se puede disfrutar de la mejor gastronomía, con todo el sabor, a precios honestos.