*** ESTABLECIMIENTO CERRADO ***
Si oímos hablar de Lolea, a buen seguro nos vienen a la cabeza los lunares y, acto seguido, llega a nuestro paladar el sabor a sangría. En efecto, Lolea es una fábrica de sangrías caseras que, además, cuenta con un restaurante en la Ciudad Condal y otro en pleno centro de Madrid, concretamente en el barrio de Chueca. Aquí, con un rollito de taberna de siempre y un luminoso salón en el que apetece sentarse a la mesa, Casa Lolea se especializa en cocina mediterránea a un precio para todos los bolsillos que, cómo no, se acompaña de una copa de la más famosa sangría de lunares.
Una sangría que, por cierto, surgió como un proyecto de fin de carrera y hoy vende millones de botellas en todo el mundo. Ese fue solo el germen de todo lo que llegó después y, por eso, han querido dotar a este espacio de la calle Libertad de todo el carisma que ha hecho grande la marca. Nada más entrar nos recibe una barra en la que priman elementos típicos de la cocina mediterránea: azulejos blancos, ristras de ajos que cuelgan de las paredes, embutidos y, por supuesto, muchos lunares. Al fondo, un salón muy luminoso, con ventanales que prácticamente se abren a la calle y estanterías repletas de sangría, para que no se nos olvide la casa a la que hemos venido a comer. ¡Ah! Y un pequeño reservado con luz tenue perfecto para ocasiones especiales.
En lo que se refiere a la propuesta gastronómica, después del éxito del local de El Born, el modelo se replica en versión castiza. Tal y como nos explica Marta Martínez, jefa de cocina del local de Chueca, el hilo conductor de Casa Lolea -tanto en Madrid como en Barna- es la cocina mediterránea con un toque de autor. Una propuesta gastronómica pensada para compartir entre amigos y, cómo no, combinar con una de las cinco variedades de sangría con las que ya cuenta Lolea. Desde la más tradicional con vino tinto y canela hasta una de las más especiales: con vino de uva 100% garnacha y un toque de cardamomo. También las hay elaboradas con vino blanco y vino rosado, lo cual amplía la gama para adaptarla a todos los paladares. Todas ellas se sirven aquí por copas y por botellas. Así que, una vez decidida la bebida, solo queda ponerse manos a la obra con la comanda.
SANGRÍA SÍ, RECETAS DE SIEMPRE TAMBIÉN
Como ya hemos anunciado, la cocina de Casa Lolea nos va a sorprender porque detrás de una presentación moderna y cuidada, se esconden sabores que saben a casa. Marta nos explica que absolutamente todo se prepara en estas cocinas y el resultado da buena cuenta de ello. Para comenzar la comanda, es recomendable iniciarse con un Surtido de croquetas que incluye cuatro sabores: de jamón, hongos, cecina, calamares y chorizo con miel. Todas estas variedades están preparadas con bechamel casera y son cremosas y sabrosas a partes iguales. Tanto, que es prácticamente imposible hacer un ranking sobre cuál de todas es nuestra favorita. Después, la Mojama de atún a nuestro estilo, emplatada con naranja y almendras y, por supuesto, sus Bravas hechas a nuestra manera, un imprescindible del casticismo.
Para continuar, uno de los principales que más triunfa entre los frecuentes del local. Su Risotto de pasta con tartufata. En este peculiar risotto no hay ni un grano de arroz pero a este plato de origen italiano no le falta nada para triunfar. Tras él, es recomendable hincarle el diente a su Carrillera de vaca con puré de calabaza, un guiso preparado con mimo y tiempo que, una vez más, nos vuelve a recordar que estamos comiendo en una casa de comidas de las de siempre. Cerramos el capítulo con un dulce sencillamente espectacular -sobre todo si el chocolate te genera auténticos suspiros de amor-. Se trata de la Ganache de chocolate con A.O.V y sal.
Como ya hemos anunciado, lo más recomendable es que marides tu menú con una de las sangrías Lolea y que, si te gusta, te lleves una más a casa porque en este restaurante también venden el que es su producto estrella. Una protagonista que también está presente en su menú de mediodía, en el que se incluyen platos de la propia carta y que tiene un precio súper económico. Otro de los alicientes de Casa Lolea -por si los contados hasta ahora te generan dudas- es que su cocina está abierta non stop, desde la hora de los desayunos hasta la medianoche.
EL IMPRESCINDIBLE es su Risotto de pasta con tartufata acompañado, como no podía ser de otra forma, de sangría. En concreto, no te pierdas la número cuatro, con uva garnacha y cardamomo.
FÍJATE EN… la gran cantidad de lunares que decoran el espacio. En cuadros, paredes y mesas…Incluso en los pasillos que nos llevan a los baños.