Auténtico cachopo de buey en el ‘Xantar Astur’
*** ESTABLECIMIENTO CERRADO ***
El cachopo es uno de los emblemas de la gastronomía asturiana y es que en solo unos años se ha convertido en uno de esos platos que reúnen a los amigos en torno a la mesa para compartir este ‘filete’ relleno de grandes dimensiones. Si tú también practicas los sábados o domingos de cachopo con amigos, hay una dirección que debes anotar. Xantar Astur es un restaurante ubicado en la zona de Menéndez Pelayo, concretamente en la Travesía de Tellez, y que trae a Madrid lo mejor de la culinaria asturiana. Y cómo no, un cachopo de buey que está de 10.
Xantar Astur comenzó siendo una tienda degustación con sedes en diferentes puntos de Madrid, el primero de ellos en La Latina, y que en esta sede de los alrededores de Atocha además de sus productos gourmet incluyen una parte de restaurante en la que se puede degustar fabada o embutidos de la tierra o, por supuesto, cachopo. Por un lado, la versión de ternera, que sigue la receta más clásica y, por otro, la auténtica estrella de la carta y aspirante a ser el mejor cachopo de España: el de buey.
Esta receta de 800g lleva además chosco de Tineo -un embutido crudo ahumado en ciego de cerdo típico de la cocina asturiana-. El relleno se culmina con queso astur, por supuesto. La variedad del mismo depende de la potencia que demande el comensal, pero uno de los preferidos es el Gamonéu, ligado a la zona de Cangas de Onís. Todo ello se envuelve en un rebozado dorado y fino, que no es para nada aceitoso. Como es costumbre en Asturias, el cachopo viene acompañado de patatas fritas caseras y pimientos de Padrón. Si brindamos con un culín de sidra, el tándem ya sí que resulta inmejorable.
Además del cachopo, que ellos mismos elaboran en sus cocinas -y que está disponible en formato take away congelado para freír en casa-, su opción de menú nos propone probar la Ensaladilla rusa que prepara la tía de uno de los propietarios del local y que sabe 100% casera. Para acompañarla, auténtico pan de pueblo de la Panadería Manín. Y para endulzar la vida sin perder de vista esta norteña comunidad, el es todo un puntazo.
