*** ESTABLECIMIENTO CERRADO ***
Barandana Ropa & Bar bien podría estar en Malasaña, por su estética de taberna neovintage y por su concepto de negocio: una mezcla -en plan agitado pero no revuelto- que combina la venta de ropa con una propuesta de restauración casera para todos los momentos del día. Solo que no está en Malasaña: está en el barrio del Retiro.
El escaparate con pasillo acristalado, de esos de los de toda la vida, no deja lugar a dudas: maniquíes a un lado, y tartas recién hechas al otro. Uno y otras invitan a pasar y ver qué se cuece en el interior de este ‘ropa & bar’ en el que la tienda ocupa el espacio más pequeño, situado justo en la entrada. Prendas de la marca propia Barandana comparten perchas con los diseños urban street de Rustik Soul y las creaciones de Brownie, una firma para chicas de estética dulce y aniñada.
Justo enfrente se encuentra la barra de bar, un pequeño espacio con banquetas en el que se puede tomar desde un café a una copa, y que cuando llega el buen tiempo se amplía hacia el exterior con una coqueta terraza al aire libre. El salón ocupa la zona más amplia en el interior del local. Como si fuera un patio interior de vecinos -no faltan ni las cuerdas con la colada tendida-, éste es un pequeño pero confortable comedor con una cuidada estética retro: pared de ladrillo, antiguas ventanas de madera decorativas, muebles recuperados, menaje de otra época y hasta una antigua cocina de gas que hace las veces de mesita auxiliar. Un espacio que sirve, además, como escenario de diversos conciertos en acústico cada miércoles.
Su cocina está abierta desde los desayunos de la mañana hasta la cena y la copa de después, y se puede definir como casera y saludable: leches de diferentes tipos, zumos de fruta fresca recién exprimidos -con presión en frío, para no oxidar el jugo-, panecillos integrales, guisos tradicionales y repostería del día. Aquí el menú diario ha sido sustituido por el Plato del día, una propuesta sencilla, sana y cocinada al horno que combina un plato principal -destacan sus cremas, caldos y roastbeef– con guarnición (arroz o pasta), ensalada y bebida.
A la carta, tanto para tomar a la hora del aperitivo, como a la de la comida o cena, generosas raciones para compartir (nachos caseros con ternera y jalapeños, pincho de tortilla de patatas o albóndigas con tomate) así como tostas, conservas, embutidos, bocadillos y sandwiches, burritos, ensaladas, pastas, carnes y hasta pescados. Muchos de sus platos tienen una clara inspiración gaditana, como la tosta de carne mechada o la Barandana, con jamón ibérico y chicharrones, perfectos para acompañar con un vermú artesano traído desde Jerez, o con un vino o una cerveza. Para merendar, cafés e infusiones con tartas recién hechas: cheescake, queso con frambuesa y zanahoria. Y para alargar un poco más la sobremesa, copas como gin tonics y diferentes cócteles, entre ellos mojitos y caipirinhas.
La artífice de esta fusión de barrios que es Barandana Ropa & Bar es la artista Ana Cañas, quien pasa buena parte de su tiempo en los alrededores de la calle Pez, donde tiene su estudio de pintura. De ahí, del corazón de Malasaña, toma su inspiración para sus obras y para este local, al que en breve sumará otro dedicado solo a su firma de ropa, situado justo al lado.