‘Lots Coffee House’, el templo de los aromas
Vivimos en la era del café. Ya lo consumamos en mayor o menor cantidad, desde que esta bebida entró a formar parte de nuestras vidas, resulta casi imposible que el término con el que nos referimos a ella no se cuele en la mayor parte de las conversaciones que mantenemos en nuestro día a día. Ya sea en casa, en la oficina o al cruzarte con un conocido por la calle (ese mítico ‘a ver si quedamos para un café’). Pero más allá del ritual social o del efecto estimulante que siempre lleva asociado, existen todavía rincones en los que el café adopta un rol casi mágico, sagrado.
Es el caso de Lots Coffee House (General Oráa, 40 <M> Núñez de Balboa), un take away situado en pleno barrio de Salamanca, en el que se pueden degustar algunos de los mejores cafés de la ciudad y adentrarse en el complejo y aromático universo de esta infusión milenaria.
Esta iniciativa, puesta en marcha por Fernando Porres, barista especializado en cafés de alta calidad y con una vasta tradición a sus espaldas, aterriza en la capital con un lema claro: ofrecer una experiencia completa alrededor de la bebida que aman. Y así es. En Lots Coffee House, se encargan de explicarte al detalle los procesos que utilizan y la procedencia de cada uno de sus productos. Centrado en specialty coffee –aquel que, según los métodos de elaboración llevados a cabo y el cuidado del grano, recibe más de 84 puntos en una catalogación realizada por catadores profesionales–, este local ofrece al visitante una carta con trece cafés, que va cambiando según la temporada, dependiendo directamente de factores como la estación o el clima. En ella se pueden encontrar variedades llegadas de África, Indonesia, América Latina (Guatemala, Colombia, Costa Rica), Tanzania, Kenia o Etiopía, y cómo no, propuestas algo más extravagantes, ya sea para cafeteros avanzados como para simples curiosos, como el Panamá Geisha, el café más caro del mundo.
Y es que, en lo que se refiere a diversidad de sabores, poco tiene que envidiar el café al otro rey de los matices, el vino. Grado de acidez, con más o menos cuerpo, con notas afrutadas, de cacao, de frutos secos, de naranja… El abanico es casi infinito y los hay para todos los gustos y colores. De hecho, los entrados en materia, aseguran que el café supera en 40 sabores al caldo de uvas.
Tampoco debemos pasar por alto la variedad de técnicas que los chicos de Lots Coffee House utilizan para preparar sus cafés, de las que depende, en gran medida, el sabor final. Así, el que lo desee puede degustar una taza de Kenia Doble A hecho en una Aeropress, probar cómo sabe elaborado con la técnica japonesa del sifón o decantarse por uno menos sofisticado –pero no por ello menos rico– preparado en una cafetera tradicional de espresso. Sin duda, un homenaje para el paladar que deja con ganas de repetir.
* Fotos Paco Montanet
