En 2018 os presentamos a Freedom Cakes como la primera pastelería vegana en Madrid. Un pequeño establecimiento en la calle Luna en el que, Isabel Izquierdo, ingeniera química aficionada a la repostería, proponía una sólida alternativa para los amantes de la repostería y los fieles al #govegan. Su fórmula de repostería artesana americana + estética setentera + creatividad absoluta no tardó en triunfar, convirtiéndose en uno de los destinos favoritos de los más golosos (veganos y no). No podía ser de otra forma con ese fascinante catálogo de tartas, cupcakes, cookies y demás fantasías elaboradas íntegramente con ingredientes vegetales, llenas de color y de sabor irresistible.
Dos años más tarde, con una clientela consolidada y una marca que se ha convertido en referencia, Isabel y su equipo se trasladan a la calle Cádiz, justo al lado de la Puerta del Sol, renovando el concepto de Freedom Cakes que deja de ser una pastelería y pasa a convertirse en un diner americano (tiene licencia de bar) en el que también vamos a poder disfrutar de una original oferta de fast food vegana como hamburguesas, perritos o gofres salados, todos ellos libres de ingredientes de origen animal. En esta pequeña y siempre animada travesía peatonal, Freedom Cakes se aloja en un local mucho más grande, con cocina que permanecerá abierta durante todo el día y una pequeña terraza urbana que también suma puntos. El escaparate de la fachada, donde se exponen la coloridas tartas de que disponen cada día, ejerce de imán a los numerosos transeúntes que pasan por allí constantemente. Una vez dentro, pocos pueden resistirse a buscar un sitio en el salón de estética hippie y rockera que Isabel y su pareja, Adrián Hidalgo (socio ahora también del proyecto) han decorado con muchos de los objetos que adquirieron durante su viaje por la Ruta 66. Precisamente este viaje, que culminó con boda en Las Vegas, fue el que les inspiró a crear este reluciente vegan diner lleno de neones, vistosas lámparas de diferentes formas y sillas de diferentes colores. Para rematar, un llamativo suelo de resina epoxi que mezcla rosa, fucsia y turquesa que termina por convencernos de que hemos entrado en un psicodélico mundo vegano.
Siguiente paso: echar un vistazo a la carta. En ella encontramos todas las delicias que encumbraron a Freedom Cakes a lo más alto del universo pastelero, vegano y no vegano, pues la única diferencia respecto a la repostería tradicional es que alguno de sus ingredientes como la leche se sustituyen por bebidas vegetales de soja, o la mantequilla que se reemplaza por aceites vegetales de girasol. Por lo demás, el sabor de sus productos es exactamente igual a los convencionales y son recomendables para todo tipo de públicos. Así podéis comprobarlo en sus muffins, brownies, croissants, palmeras de chocolate o rolls de canela. Aunque si hay algo a lo que todos caen rendidos sin condiciones son sus tartas. Cuentan con hasta 12 tipos de tartas que van rotando cada día aunque hay algunas que no pueden faltar bajo ningún concepto en su mostrador, como son la Muerte por chocolate, la Carrot Cake y, la última en subir a la lista de imprescindibles, la Pantera Rosa (Pink Panther Cake) que emula la receta del mítico pastelito de los 80. Todas ellas pueden pedirse por encargo (y personalizadas) para llevar a casa, eso no cambia.
Todos ellos hacen de este diner un destino perfecto tanto para desayunar como para merendar, apuesta esta última en la que se multiplican las opciones con espectaculares freeshakes (batidos de helado ecológico a los que se le añade nata, trozos de tarta, cookies o toppings), otro de los hits de la casa, además de cupcakes, gofres o smoothies de frutas y verduras frescas.
ALMUERZOS Y CENAS PARA #VEGANLOVERS
Ahora sí, la carta de este nuevo Freedom Cakes Café es una completa oferta de platos salados aptos tanto para el almuerzo como para la cena, menús para hacer el brunch los fines de semana y hasta una pequeña lista de cervezas artesanales y cócteles. En primer lugar encontramos tres hamburguesas: una American Cheeseburger con beyond meat (carne con proteína de guisante), otra de Avocado con aguacate y cheddar, y una tercera denominada KFV (en clara referencia a KFC) con carne de “pollo” con base de soja, cheddar y salsa Jack Daniels. Después tenemos un contundente hot dog que, al igual que las hamburguesas, se presenta con panes de colores (conseguidos con colorantes naturales como remolacha, tomate, espirulina o cúrcuma) y una generosa ración de patatas fritas; y unas logradísimas quesadillas, rellenas de una mezcla de triple queso (cheddar, Gouda y mozzarella), «pollo» y champiñón. Aunque uno de los platos que más está dando que hablar es el Waffle N´Chicken, una receta propia que añade al gofre caliente (dulce) pollo empanado y salsa ranchera que deja noqueado a todo aquel que lo prueba.
Triunfan también los Dreamed Nachos, los Chiken Nuggets (rebozados con cereales de desayuno, que los hacen aún más apetitosos) y sus Tofu huevos revueltos, el plato principal de los dos menús de brunch, elaborados con tofu, sal del Himalaya kala namak y algo de cúrcuma para dar color. Vacon (bacon de seitán) a la planta y unos poderosos pancakes y waffles XL completan el menú de sus tardíos, y muy gochos, desayunos.
La jugada se remata con una muy asumible factura final y un servicio amable y entusiasta, dos aspectos que siguen también la consigna peace and love que impera en la casa. Y un último consejo: seguidle la pista porque sus responsables siguen trabajando en nuevas recetas que sumar a su oferta.
EL IMPRESCINDIBLE… por todos es sabido que sus tartas son extraordinarias. Y de la parte salada, os dejarán locos sus quesadillas
FÍJATE EN… las placas de coche que lucen en una de las paredes del salón, son todas originales de la Ruta 66