La palabra anglosajona Dot se traduce como punto y en Arganzuela se ha instalado uno muy particular. Para empezar, diremos que desde la primera toma de contacto con esta cafetería nos damos cuenta de que de su nombre ha tomado prestada su forma: un proyecto redondo. Un espacio en el que apetece alargar los desayunos, una estética que encandilaría a cualquier enamorado del diseño, un barrio que cada vez nos engancha más, una oferta gastro sencilla, con los bikinis (sándwich mixtos aquí) como estrella absoluta, y la sonrisa perenne de María Formoso y José Cifuentes Ros, la pareja que regenta DOT café. Todo preparado para disfrutar, sin más dilación.
Una de las razones por las que este establecimiento llama la atención es, sin ninguna duda, la cuidada imagen que se traslada hasta el exterior. Un Pantone muy definido: todo aquí es cálido, en tonos tierra, con unos colores acogedores que invitan a ser un perenne del local, vaya. Una gran mesa perfecta para compartir y trabajar con el ordenador se sitúa junto al gran ventanal. Ésta contrasta con las pequeñas mesas estampadas para dos que siguen esa estudiada estética y que, sin rodeos, gustan como para llevárnoslas a casa. Banquetas de color teja y una abundante presencia de cerámica porque sí, María y Ros se apasionaron por este arte y decidieron que fuese parte fundamental de DOT. Un local al que, por cierto, llegaron por una cuestión del destino, como ellos mismos cuentan. Y es que la corazonada fue tal que abandonaron su anterior vida en Barcelona para trasladarse a la calle Eugenio Sellés y echar a andar.
BIKINIS, DESAYUNOS Y ALMUERZOS HEALTHY
De Barcelona precisamente procede el que se ha convertido en estrella casi involuntaria de su propuesta gastro: el bikini, un sándwich mixto para los madrileños. Hablar de él requiere tiempo, espacio y un café, así que a ello vamos. ¿Su secreto? Probablemente lo imprescindible es el cariño que Ros y María ponen al hacerlo, a la vista de los comensales, escogiendo con mimo cada detalle. Además del buen hacer, hay que mencionar que el pan tipo brioche que utilizan es de masa madre de Panadario. Como todo buen bikini, éste también se rellena de jamón cocido y queso y se tuesta con mantequilla de primera calidad. Sencillo pero imprescindible y, además, en DOT se puede pedir desde la hora del desayuno hasta bien avanzado el día. Así que sí, bikinis all day all night, please! Este mixto llega a la mesa asentado en un plato de cerámica que la propia María ha torneado. Para completar el tándem, nada como pedir con un buen café de especialidad, cuya materia prima procede de Nomad Coffee, maestros cafeteros de Barcelona.
Además de este apetecible sándwich, en DOT Café ofrecen una buena variedad de tostadas sencillas pero bien ejecutadas. Si te decantas por esta opción, apunta a mayores el huevo pasado por agua. Y si eres más de empezar el día con un dulce, cruasanes y yogur con granola y frutas, tus otras grandes alternativas. El finde, como no podía ser de otra forma, toca brunch completo: zumo de naranja, café o té, un mini dulce, yogur, tostada DOT o bikini.
Pero no solo de desayunos vive DOT Café. Aquí ofrecen mucho más porque, por si no te lo habíamos dicho todavía, resulta bastante complicado despegarse de su encanto una vez que estás dentro. Así que… hora de comer. La propuesta continúa siendo sencilla y, sobre todo, saludable. Se divide en bowls, entre los que se encuentran las opciones más fresquitas y ligeras y los bocatas, entre los que destaca uno muy buscado entre sus ya fieles clientes: el bocata de Pull Pork al estilo asiático que, combinado con una caña, conforma uno de los afterwork preferidos del barrio.
Con todos estos ingredientes, todo apunta a que estamos frente a ese café trendy al que ningún Instagram (ni ningún paladar) puede resistir. Y punto.
EL IMPRESCINDIBLE tal y como habrás imaginado es el Bikini, básico de todas las comandas.
FÍJATE EN… uno de los rinconcitos más cool en DOT Café está al lado de la barra, cuatro banquetas y un bonito tapiz artesanal. Un pequeño recoveco que derrocha personalidad y en el que apetece sacar un buen libro y leer mientras se disfruta del café.