Hay cosas que uno tiene que hacer al menos una vez en la vida. Dicen que escribir un libro o plantar un árbol son algunas de ellas. A esta lista habría que añadir, sin ningún tipo de duda, una más: comer Manolitos. Aunque te advertimos de que con una sola vez en la vida no te va a parecer suficiente. Así lo pueden confirmar todos los que han caído rendidos ante los encantos de los que dicen son los mejores mini croissants de la ciudad. Ellos, los Manolitos, son la estrella indiscutible de la oferta de Manolo Bakes, una cafetería/ pastelería que concibe la repostería como antaño pero sin dejar de lado la continua innovación y mejora del producto.
Para encontrar los inicios de Manolo Bakes hay que ir hasta su germen: un negocio familiar, una sencilla pastelería situada en Colmenar. Fue allí y gracias al boca a boca donde estos pequeños y jugosos dulces de inspiración francesa se convirtieron en los ‘reyes del mambo’ en las celebraciones de los vecinos. Tras aquel inicio llegaron más tiendas y, al fin, el gran salto a Madrid centro: primero con un establecimiento en el barrio de Salamanca (Conde de Peñalver, 68 <M> Diego de León) y más tarde con su sede de la Plaza de Santa Bárbara -coqueta terraza incluida-, el punto de venta que ha conseguido que los Manolitos sean, por méritos propios, mainstream entre los madrileños. ¡Hasta 450 kilos diarios de este dulce irresistible se han llegado a vender en sus tiendas de Madrid!
EL SECRETO DE LOS MANOLITOS
Dentro de los Manolitos se pueden distinguir dos tipos: los dulces y los salados. Todos ellos, al igual que el resto de productos, se elaboran a diario en su propio obrador, una de las claves del buen hacer de Manolo Bakes. Según nos cuenta Pablo Nuño, CEO de la empresa, muchos atribuyen el éxito de estas piezas de bollería a su intenso pero refinado sabor a mantequilla y, aunque él reconoce que la calidad de este ingrediente es clave, nos cuenta que hay muchos factores que suman en este tándem. La forma de tratar la masa, la fermentación y el proceso de horneado son fundamentales para que la fórmula secreta de esta receta nos acabe dejando con buen sabor de boca.
Si hablamos de la parte más edulcorada de estos mini croissant, hay una receta clásica, otra con chocolate negro, los Manolitos de chocolate blanco y una versión cebra que aúna diferentes tipos de cacao y que es una verdadera fantasía para los golosos. Por su parte, las recetas saladas -cuya masa difiere ligeramente de la de sus compañeros dulces – son otra de las apuestas fuertes de Manolo Bakes. Actualmente están a la venta en siete sabores: Salmón y eneldo, Pollo y aguacate, Queso, rúcula y nueces, Pimientos caramelizados, Pimientos con bacalao -una combinación muy recomendable-, Pechuga de pavo y queso y el Gran Reserva, estrella de la casa, que incluye jamón ibérico y tomate de primera calidad. Esta parte salada de su oferta es la más exitosa en las plataformas de take away, según nos cuenta el responsable de la cafetería.
Y MUCHO MÁS
Pero no solo de Manolitos vive el hombre. En sus sedes de Madrid podemos encontrar otros ejemplares de pastelería artesanal como son los lazos, las bayonesas, las palmeras o las napolitanas de chocolate. Además, cuentan con una selección de tartas que llaman la atención desde su mostrador por sus colores y cuidada presentación. Entre ellas destacan la de Fresas con Nata y la de Sorbete de cava y limón. Por otro lado, para saciar todos los gustos, elaboran helados 100% artesanos preparados con leche cruda que ellos mismos pasteurizan y en cuya variedad se pueden encontrar varios sabores para intolerantes a la lactosa y también para celíacos. Además, tal y como nos adelanta Pablo, desde la empresa están trabajando en la implementación de productos con cereales y espelta para adaptarse a las tendencias del mercado.
Un mercado que seguirá creciendo dentro y fuera de Madrid y que pretende abrir más de 80 nuevas sucursales en los próximos años. Para conseguir, como ocurre con todas las cosas buenas, que el dulce imperio de los Manolitos continúe imparable la conquista de nuevos paladares.
EL IMPRESCINDIBLE es, con máximo respeto al resto de productos, sus Manolitos dulces acompañados de un buen café con leche. No puedes dejar de probar el de chocolate negro, con la mitad bañada en cacao y la otra mitad al natural. ¡Una auténtica maravilla!
FÍJATE EN… las bandejas que salen directamente del obrador durante toda la mañana y en las que se acumulan decenas de Manolitos recién hechos y con el chocolate aún fundido… Imposible que se te pasen desapercibidas.
*Fotos: Alfonso Ondarroa