¿Vermut de calidad, buen aperitivo, ambientazo y sin sufrir los agobios de tener una mesa? Podrías pensar que estamos hablando de una utopía, y más en un fin de semana en Madrid, pero hay un oasis que los amantes del vermut y del picoteo no pueden perderse: Vermut Piripi.
Por fortuna, Piripi no solo nos espera el finde, momento cumbre del vermú y del casticismo, sino que durante toda la semana ofrece en la Urbanización Santo Domingo de Algete (en la salida 28 de la A-1, a 20 minutos en coche de Madrid) sus planazos: platos del día (no dejemos a la cuchara atrás nunca, por favor); una carta de picoteo muy compartible y muy madrileña (con su gilda, sus croquetas, sus tortillas de patatas o su bocata de calamares), laterío selecto de primeras marcas con lo mejor del mar y, para los que buscan principales, unas cuantas propuestas que por sí solas merecen la pena el desplazamiento.
No te pierdas los Huevos rotos con gambón y salsa americana, la especialidad de la casa, ni las recetas con salsa de vermut -como no podía ser de otra forma- como sus soberbios Dados de solomillo de Guadarrama al ajillo o el Rape en dados al vermut, otro platazo de tremendo sabor. Otros de los imprescindibles de la vermutería, cuya cocina podemos ver al fondo blindada por una cristalera (todo un trasunto de su transparecencia) son el Ragout de setas con parmentier trufado y huevo poche, los Chipirones al ajillo y el Tomate ecológico de la huerta (de la variedad corazón de buey, es decir, categoría máxima) con melva canutera de Barbate. Tentaciones disponibles los siete días de la semana (tanto para comer como para cenar) en este planazo non-stop con un horario súper amplio que te espera enfrente del Circuito del Jarama.
Cocina tradicional pero dinámica y divertida, con un guiño siempre al producto madrileño -¡ay, esas bravas y esa rusa!- para tocar todos los palos entre aperitivos, entrantes y principales con los que consagrar el día entero.
VERMÚTERIA Y CÓCKTAIL BAR
Todo ello consagrado a la buena mesa, a la buena charla y a la buena copa porque sus múltiples espacios (sala, mesas altas, barra, terraza interior y exterior) convierten a Piripi en un oasis donde lo que quieres, lo tienes. Aquí manda el vermut de elaboración propia, tanto blanco y rojo, que desprende ese aroma clásico con el que recuperar este momentazo desde Piripi.
Eso no quiere decir que los amantes de la cerveza no quepan. De grifo y de barril, además de una selección de vinos que toca todos los palos, desde el perfil más clásico al más innovador, completan el punto líquido de un local repleto de encanto.
Buen rollo a ese perfil de barra e informalidad, poco abundante en la zona norte de Madrid, Vermutería Piripi despliega sus encantos en un local luminoso y amplio que da margen a todo tipo de clientes. Desde el aperitivo al cocktail bar, ideal para el momento gintonic en una planta superior abuhardillada, que harán que no quieras salir de Piripi.
Fiel a una estética muy ‘gata’, muy moderna pero sin dejar de ser clásica, Vermutería Piripi tiene lo mejor del centro de Madrid, pero sin estar en el centro de Madrid. De fácil acceso por carretera y con un público muy fiel, su carta se convierte en todo un imán que ha evolucionado de local de aperitivos a una auténtica casa de comidas.