En Madrid, todos sabemos, cada vez es más difícil improvisar. Eso de hacerte hueco en la barra de un bar, pedirte unas cervezas y unas tapas, y quedarte allí mientras disfrutas esta y las siguientes rondas parece ya cosa del pasado. Si no has hecho reserva en mesa, olvídate. Aún así, todavía surgen barras donde todo gira en torno a la barra y en la que puedes tomar unas tapas -o cientos- sin encorsetamientos.
Aquí os descubrimos algunos de ellos.
El Pasaje
Otro viejo bar de barrio que han recuperado los propietarios de La Violeta, uno de nuestros indispensables para vermutear en Chamberí. Presumen de tener más de 30 vermuts nacionales, tirar las cervezas con maestría y contar con una carta casticísima de tapas y picoteo. Recomendamos especialmente sus bocatas (6-7€): La Tere (morcilla patatera y queso fundido) y Don Carlos (Bonito, anchoa, pimiento del piquillo y piparra)
Cea Bermúdez, 8
Glop Vinos
Un pequeño bar de vinos pero con mucho rollito, también en Chamberí, muy cerca de la Glorieta de Quevedo. Su carta tiene querencia por los vinos naturales y del Sur, así como por los clásicos tabernarios: gildas, marineras, quesos, mojama… Aunque el favorito de sus habituales es el Bikini de butifarra y queso Mahón (11€)
Fernando el Católico, 6
Chez Pepito
Nos encanta este sitio de Chamberí. Otro bar de barrio que cambia de manos y se renueva, dirigiéndose ahora a una clientela más joven pero que siente adoración por los clásicos. Está triunfando tanto con sus dispensables de taberna española (bravas, huevos rellenos, croquetas) como con sus pepitos de ternera (7,5-8€), plato estrella de la casa. Sus precios son para hacerles la ola.
Cardenal Cisneros, 66
Casa Canito
Es el sitio indicado para los que añoran eso de quedarse en la barra tomando cervezas y tapeando, en este caso, bocados, pinchos y platillos tradicionales (4,5-12€) pero con un ligero toque innovador. A eso súmale un tonkatsu de lomo de bajo (15€) espectacular, que se ha convertido en uno de sus mayores reclamos. Si te apetece seguir de copas, Canito está conecto a un divertido bar de copas llamado La Movida Madrileña.
Recoletos, 11
Varro
Es la versión más informal y económica de un Varra Fina, el restaurante con el que Jorge Velasco y Joaquín Serrano rinde tributo a nuestra cocina más tradicional. Gracias a ellos vas a poder disfrutar de la mejor versión de las croquetas de jamón, de las bravas, ensaladilla rusa, oreja o de la tortilla de patatas. ¿La tapa estrella? Tosta de gamba roja de Palamós con mantequilla francesa (5,50€). ¡Y con un ticket medio en torno a 20€! A su favor tiene también una pequeña terracita frente al Museo Lázaro Galdiano.
Serrano, 93
Taberna del Lobo
Es admirable cómo está casa ha recuperado la estética y las formas de las tascas madrileñas tradicionales. Y con una carta de picoteo de bastante nivel: mariscos de El Puerto de Santa María (Cádiz), chacinas, guisos de la abuela versionados y platos fuera de carta condicionados por el mercado del día. Cuenta con dos locales en Madrid, en Malasaña y Manuel Becerra, en los que las raciones se sirven en las míticas bandejas de latón: albondiguitas de retinto (11€), bravas arrugás (6,50€), chicharrones loncheados (9€), molletes (7€), etc. Buena parte de sus platos se pueden pedir también en formato tapa.
Ruíz, 20 / Don Ramon de la Cruz, 113 / Ruíz, 20