Lejos quedan las tabernas de barricas y vinos a granel, pero salir de vinos vuelve a ser tendencia. Aunque hablando con propiedad, más que una moda, es una tradición que ha vuelto a primera línea del ocio madrileño. Porque ya no es solo un acompañamiento en comidas y cenas, sino que ha pasado a ser uno de los elegidos para tomar a la hora del aperitivo –donde, dicho sea de paso, se disputa los primeros puestos del trono con la siempre agradecida cerveza y el renovado vermú–. Si hay que señalar un barrio, todos los dedos apuntan hacia el mismo lado: Lavapiés. La zona más variopinta de la ciudad es hoy el foco de todas las miradas por su afán de recuperar una costumbre muy de aquí; solo así se explica que no dejen de sucederse nuevas aperturas, desde puestos de mercados alternativos a vinotecas gourmet, que comparten barrio con los veteranos, las tabernas y bodegas de siempre que aún hoy siguen en pie.
LA FALDA, vinos gallegos y carta internacional
Lo que hasta hace poco fuera Casa Aquilino (casa de comidas fundada en 1902) acoge ahora, tras la jubilación de su propietario y una reforma, La Falda de Lavapiés (Miguel Servet, 4 <M> Embajadores / Lavapiés), un bar de vinos y restaurante que con menos de un año se ha hecho un merecido hueco entre los locales más afamados del barrio. Porque además de vinos para la hora del aperitivo y de la cena, de su cocina sale un más que apetecible menú del día, además de los platos castizos y de esencia internacional de la carta: desde una tortilla de patatas al estilo Betanzos o unas croquetas, hasta rollitos vietnamitas y costillas al horno, cuya melosidad las convierte en la estrella del local.
Pero que nadie se despiste, porque La Falda es, ante todo, un bar de vinos. Concretamente, de vinos gallegos, con referencias sobresalientes de todas sus denominaciones: Ribeira Sacra, Rías Baixas, Monterrei, Ribeiro y Valdeorras. En total, más de 70 referencias entre las que también se pueden encontrar algunos otros vinos atlánticos, seleccionados personalmente por Xan Otero, propietario –y ex sumiller de la Terraza del Casino– junto a Claudia Rodríguez. Un secreto: la sección ‘fuera de carta‘ esconde auténticas maravillas, sobre todo para los más entendidos en vinos, con referencias poco comunes, y menos asequibles, traídas desde Francia o Italia, entre otros países. Lo mismo ocurre con la carta, compuesta por una selección de apenas una decena de platos que semanalmente se complementa con un par de propuestas de mercado para que sus clientes gocen un poquito más si cabe en esta taberna de estética renovada.
De martes a jueves de 13 a 00h, viernes y sábados de 13 a 01h, domingos de 13 a 17h. Teléfono: 91 168 80 96. Precio: vino por copas 2-3€ (vinos especiales 4-5€). Platos: 8-9€ de media.
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BENDITO, vinos al son del vinilo
Como ya casi todos saben, además de para hacer la compra, los mercados de Madrid se han convertido en punto de encuentro a la hora del tapeo. José Bendito supo anticiparse a esta tendencia hace unos años con la apertura de Bendito. Vinos y Vinilos en el Mercado de San Fernando (Embajadores, 41 <M> Embajadores / Lavapiés), el nuevo centro neurálgico del aperitivo en Lavapiés. Lejos de ofrecer vinos de los habituales, la apuesta de este bar-tienda está totalmente enfocada en las pequeñas producciones, apostando por los vinos con personalidad y por aquellos que han sido elaborados de un modo artesano o natural.
Sumiller de profesión y winehunter de corazón, Bendito lleva hasta su barra más de 100 referencias de vinos de España, pero también de Portugal, Francia, Italia, Georgia, Alemania… Más de la mitad se pueden tomar por copas, y el resto, por botella –previo pago del descorche–. Y como con tanta variedad cualquiera que no entienda de vinos puede volverse loco, en Bendito informan, explican, aconsejan y asesoran a todos por igual; si le preguntas te dirá que lo mejor para un aperitivo al mediodía es un vino tranquilo, mientras que por las noches, los vinos más movidos y gamberros (más carbónicos) son los más adecuados. Y es que la idea es desmontar mitos y ‘des-snobizar’ lo que significa tomar una copa de vino. Por eso el vino en Bendito se toma a ritmo de pinchada de vinilo, la otra pasión de su propietario. Para picar algo, tablas de quesos artesanos o embutidos ibéricos, dos de los mejores maridajes del vino. Y como el tiempo en la barra siempre pasa volando, quien quiera aprender más puede apuntarse a las catas abiertas de los jueves o solicitar una cata en grupo con sus amigos.
De martes a jueves de 11 a 14:30h y de 15:30 a 21h, viernes de 11 a 15h y de 18 a 23h, sábados y domingos de 12 a 18h. Teléfono: 661 75 00 61. Precio: 2,50-3,50€ por copa. Entre 5 y 50€ por botella.
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LA FISNA, de vinoteca a wine bar de moda
Sus propietarios, Delia Baeza e Iñaki Gómez, lo tienen muy claro: La Fisna (Amparo, 91 <M> Embajadores / Lavapiés) es el bar que a ellos les gusta, ese en el que estarían todo el rato. Ellos son los responsables que hay detrás de una de las aperturas más comentadas de Lavapiés, barrio en el que para nada son dos desconocidos. Y es que La Fisna, antes de ser el bar de vinos que es ahora, fue una boutique especializada en caldos de España y del resto del mundo en su ubicación de la calle Doctor Fourquet.
Esta faceta de ‘tienda de vinos’ no se ha olvidado -el negocio permanece vivo en la trastienda del local-, pero ahora La Fisna es, ante todo, un bar. Por eso la protagonista es la barra y la zona de mesas altas con la que uno se encuentra nada más entrar en este pequeño local de estética retro industrial. No se trata de vinos cualquiera: producciones limitadas, bodegas originales, pequeños productores, proyectos personales… Cada vino de los que ofrecen, y tienen más de 50 referencias –espumosos, jerez, dulces, blancos, tintos… y hasta vinos naturales–, encierra una historia y si les preguntas, no dudarán en contártela. La carta rota cada 15 días, y lo mejor es que todos los vinos se pueden beber por copas o por botella –al mismo precio que en tienda, más un plus por el descorche–. Y como buen bar, no faltan las tapas ni las raciones, en este caso maridadas. Se trata de platillos sencillos, pero con un toque muy casero y un tanto sofisticado, que puede ir desde unas carrilleras al vino tinto a unas rillettes de oca, sin olvidar su exquisita tabla de quesos. Quien se quede con ganas de más, puede apuntarse a alguna de las catas que organizan bajo pedido.
De lunes a viernes de 19 a 01h, sábados de 12:30 a 01h, domingos de 12:30 a 17h. Teléfono: 91 539 56 15. Catas: 25€ por persona (para grupos de 6 personas). Vinos por copas: de 2,50 a 4,50€. Carta: 8,50€ por plato.
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LAMIAK, taberna de vinos y pintxos
Esta taberna, fundada hace ya casi una década por dos vascos amantes de la buena mesa y profesionales de la hostelería, es uno de los bares más populares de la parte alta de Lavapiés. Lamiak (de la Rosa, 10 <M> Antón Martín), ubicada a un paso de la plaza de Antón Martín –y hermana pequeña de la que hay en La Latina– es célebre, sobre todo, por su espíritu de tapeo, fiel a la calidad culinaria del norte pero con un precio más que moderado, pues se encuentra en una de las zonas más castizas de la ciudad.
Pintxos fríos y calientes, siempre recién hechos, saliendo continuamente de cocina y expuestos en la barra para hacer salivar al personal: carrillada de ternera estofada al vino tinto, musaka de berenjena, calabacín y ternera, lacón con queso de tetilla y pimentón, o uno de sus clásicos, queso de cabra, con tomate y cebolla caramelizada. Y no es lo único para tomar, porque su carta se completa con otras raciones y postres caseros, además de suculentos platos del día. Puro vicio culinario que se acompaña de una breve pero interesante selección de vinos procedentes de pequeños productores de toda España. Cuentan con alrededor de 15 referencias, casi todas para tomar por copas y por botellas, a las que hay que añadir los vinos en rotación que varían de semana en semana para no dejar de sorprender. Y para sorpresas, las catas, programadas para las noches de los martes.
De lunes a domingo de de 10 a 02h, sábados y domingos hasta las 02:30h. Teléfono: 91 539 74 50. Precio medio: copas 2,20€ y botellas 13,20€. Plato del día 6,50€ (5€ sin bebida).
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BODEGAS ALFARO, aires del sur
Pocas bodegas de las de toda la vida permanecen en pie en la ciudad, y Lavapiés cuenta con varias de ellas. Aunque para no faltar a la verdad, poco –o nada– queda de aquellos vinos a granel que las hicieron populares en los inicios del siglo XX, cuando se bebía recién sacado de la tinaja y en vaso de chato. Estéticamente, Bodegas Alfaro (Ave María, 12 <M> Antón Martín) se mantiene fiel al espíritu de aquellas tabernas en las que se hablaba de toros y se comentaban las novedades del mundo de la farándula y el artisteo, pero solo en estética, porque ni el vino es el mismo y ni las conversaciones son las de aquella época.
Ahora el vino que anuncia su pizarra es embotellado y procedente de pequeñas bodegas, donde Rioja ocupa una proporción destacada entre los vinos habituales; suelen rondar las 15 referencias, todas ellas para beber por copas. Aunque tampoco faltan las de Ribera del Duero, Campo de Borja, Albariño, Godello, Rueda, Barbadillo y generosos –manzanilla, finos y amontillados–, unos vinos que cada día que pasa ganan más peso en esta bodega casi centenaria. El deje del sur se percibe no solo en el auge de estos vinos, sino en la carta de tapeo, compuesta de embutidos y otras propuestas de elaboración sencilla y en frío -la bodega no dispone de cocina-, como salazones, mojamas, atún de almadraba y salmorejo tradicional.
De lunes a domingo de 13 a 16h y de 20 a 00h, viernes y sábado hasta la 01h, domingos hasta las 16h. Teléfono: 655 01 32 40. Precio: vinos entre 1,80 y 2€ por copa. Tapas entre 2,50 y 4€. Raciones entre 9 y 10€ de media.
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VINÍCOLA MENTRIDANA, herencia popular
Lleva en pie desde 1926 y, tras pasar por varias manos, el italiano Andrea D’Ovidio (su propietario actual) es el responsable de que, aún hoy, Vinícola Mentridana (San Eugenio, 9 <M> Antón Martín) guarde ese poso popular y castizo de las tabernas de siempre. Y lo hace de un modo muy consciente, pues es mucho el cariño que guarda de ‘La Vinícola’ –como él mismo se refiere a esta taberna casi centenaria–, el bar en el que se pasaba las tardes cuando vino a vivir a Madrid a ganarse la vida como actor y dramaturgo, y de esto hace ya algunos años. Era su bar entonces –como cliente–, y lo sigue siendo ahora –como propietario–.
El auténtico espíritu tabernero pervive entre su salón castellano y su barra de madera y mármol, entre sus estanterías repletas de botellas históricas y los símbolos del Madrid de antes que acogen sus paredes (hasta una señal de Metro antigua). Porque aunque ahora La Vinícola esté regentada por un italiano, los vinos que anuncian sus pizarras siguen siendo muy de aquí. Entre sus más de 20 referencias habituales, solo se encuentran vinos españoles, algunos muy conocidos y otros no tanto, seleccionados por Andrea y su olfato de apasionado winehunter. La mejor hora para dejarse caer es la del aperitivo en los fines de semana, y combinar una copa de vino con alguna de sus tostas especiales hechas con hummus casero, bacalao ahumado, tomate y parmesano…
De lunes a jueves de 18:30 a 01h, viernes, sábados y domingos de 13 a 02h (domingos solo hasta las 00h). Teléfono: 91 527 87 60. Precio: vino por copas 1,90-2,50€. Tostas: 3-3,80€.
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