Con Fogg Bar Birras & Cheese, la cerveza artesana española ha puesto una nueva pica en Madrid. Animados por el auge de esta bebida, los propietarios del Fogg Bar de Pacífico han sido los primeros en abrir en el barrio de Las Letras un bar dedicado a las cervezas artesanas de barril. Un local donde la proximidad cuenta en todo: en el trato de sus responsables –José Antonio Blasco y María del Sol Hidalgo– y en la selección de sus productos. De sus diez grifos, cuatro están dedicados a Sagra, cervecera artesana de Toledo, y en los otros seis grifos rotan barriles de cerveceras ‘craft’ madrileñas como Cibeles o La Quince, y otras como Falken de Vitoria o Caleya, de Asturias. Además, en la nevera, más de cuarenta etiquetas en botella, que representan a muchas de las pequeñas cerveceras de todo el país.
Abierto solo por las tardes, Fogg Bar Birras & Cheese quiere ocupar un hueco en Huertas, entre los restaurantes y los bares de copas, como opción para el aperitivo o las primeras rondas, y de paso ofrecer a los turistas un espacio para conocer las cervezas autóctonas. Fieles a las buenas costumbres de la ciudad, las sirven con una tapa elaborada: perrito caliente, mini pizzas o un burrito al curry. Para las cervezas potentes, de toques tostados e intenso aroma a café como la Imperial Stout de Ratpenat, ofrecen una dulce crepe de Nutella.
No cuentan con cocina, lo que ha determinado su apuesta por un picoteo basado en quesos y embutidos, un buen maridaje para las cervezas. Las tablas de quesos, de una, tres o cinco referencias y acompañadas de panecillos y mermelada, suelen tener como imprescindibles un ‘Afuega’l Pitu’ o el Geo de Lazana, ambos asturianos y de sabor intenso; el Son Mercer de Mahón, un queso suave de vaca, o el Peñablanca de Valencia. Una selección que cambia semanalmente, con seis o siete variedades elegidas por José Martín, afinador de quesos del Mercado de Barceló.
Butifarras y pa amb tomàquet
La carta de embutidos es breve pero de calidad y con denominación de origen catalana: fuet de Vic, un bull o butifarra en fiambre y una butifarra brisa con piñones al grill de Cal Nen, un producto sabroso y único que se hacen traer semanalmente de Santa Coloma de Gramenet, y que se toma, como no podía ser de otra manera, sobre una rebanada de pa amb tomàquet. También hay tostas, por ejemplo, de ahumados y ventresca.
El local es sencillo y decorado con madera, ventanas recicladas, pizarras y un graffiti que le da un aire informal. Pensado para acomodar a pequeños grupos en las mesas del fondo o en la barra, y armar una cena de picoteo variado disfrutando de las mejores cervezas y quesos artesanos del país.
*Fotos Álvaro de la Fuente