Tommy Tang y Crick King forman el tándem australiano que hizo célebre el Federal de Barcelona y ahora, desvinculados del local de la ciudad Condal -aunque no de la marca- traen Federal Madrid al barrio de Conde Duque. Este original café restaurante atrapa al cliente y consigue que vuelva una y otra vez, imitando el efecto del típico boomerang del país del que son originarios. Los dueños son también los responsables del diseño y la decoración de un local amplio y lleno de luz. Sus enormes ventanales crean un ambiente informal y relajado, donde el visitante se acerca para probar una cocina bio con referencias de los cinco continentes, desde el desayuno a la primera copa de la noche.
La carta se basa en productos frescos de producción orgánica y da la bienvenida durante toda la mañana con generosos desayunos de cereales y yogur griego, croissants horneados, pancakes, tostadas de centeno con aguacate, lima y cilantro, tortillas (con kale o con salmón) o huevos de corral al horno con tostadas (con champiñones y gruyere, espinacas y parmesano, pimiento rojo y labne, o bacon inglés) que aquí aseguran que proceden de gallinas felices. La morning hamburguer, de ternera ecológica, queso scamorza y chutney de tomate es mucho más que un desayuno (también hay una versión veggie), sobre todo si se acompaña del batido verde de Tommy, una bomba de energía y vitaminas. Su variedad de tes es la que importan de la compañía inglesa Rare Tea Co, y el café se puede completar con leche fresca de soja con diente de león, ahí es nada. La última hora de la mañana permite licencias, como el bloody mary o el vermut Casa Mariol.
Para la hora de comer o cenar Federal propone ensaladas con productos de temporada; o el reuben, un sandwich de pastrami con emmental, aunque su carta se renueva constantemente para mantener el interés de los asiduos a este local que registra llenos diarios desde primera hora de la mañana.
La selección de vinos es original e informal, aunque sin restar un ápice de calidad a todas las opciones de bodegas nacionales que ofrece. Entre los cócteles, el ya habitual mojito, en este caso elaborado con el ron Sailor Jerry, y una escueta, pero definitiva, carta de gin tonics, que se puede endulzar con la amplia oferta de dulces y tartas caseras que despliega a todas horas el mostrador de la entrada, diferente cada día.
Para los meses cálidos, Federal ha previsto la posibilidad de abrir sus ventanales dando versatilidad a las mesas, de forma que se puedan usar tanto desde dentro, como desde fuera del local, algo que los fumadores van a agradecer. Entre los visitantes asiduos se encuentran trabajadores empedernidos, que pasan las horas enganchados a la wifi del local. Los que van sin compañía no se aburrirán porque se pueden entretener con el surtido de prensa y revistas de moda, coches o diseño e, incluso, si se busca bien, alguna sobre el arte de la pesca. Todo está pensado en Federal para vivir una experiencia relajada, que el cliente quiere repetir debido a la ley de atracción del efecto boomerang.
*Fotos: Alber Sánchez