‘La Chula de Chamberi’, platos con estrella
El sabor castizo de sus tapas, la experiencia de uno de sus dueños en las cocinas de tres restaurantes con estrella Michelín y su moderna, aunque muy sencilla, decoración hacen de La Chula de Chamberí un nombre que describe a la perfección lo que se va a encontrar en este bar . Y es que cuando en diciembre de 2011 Ana Losada, David Marsal y Olivier de Belleroche abrieron La Chula en Alonso Martínez tenían muy claro su objetivo: ofrecer comida de gran calidad en el bullicioso ambiente de una taberna madrileña, en la que no faltan los callos, los caracoles y el rabo de toro, todos platos que pertenecen al patrimonio de la gastronomía tradicional.
Según describe el propio Olivier, que ha pasado por los fogones del Bulli, el Mugaritz o La Broche, y que ahora está al frente de la cocina de La Chula, los visitantes pueden elegir entre platos para picar o compartir, tostas y cazuelas, propuestas que elabora siempre con productos de mercado de alta calidad, cuidadosamente elegidos por él mismo. Además, en función de la estación los básicos de la carta -pizarra en este caso- como el delicioso steak tartar, su ensalada de pato, los demandadísimos boquerones en vinagre o las croquetas (de cocido o bacalao), comparten protagonismo con platos de temporada como la lubina con tirabeques y lulo, el atún en época de Almadraba o un veraniego gazpacho de mango.
Y para degustar estos platos, Ana (sumiller) busca vinos de pequeños productores españoles y franceses. Se pueden tomar en botella o por copa, algo que puede parecer habitual en los bares de la capital, pero no si estamos hablando de una copa de champagne francés, un capricho sólo permitido en contadas direcciones. Por todo esto, las cinco mesas (cuatro veladores y una mesa comunal junto a la entrada) que acoge el local están siempre llenas a la hora de la comida, pero también por la noche, cuando esta taberna contemporánea, en la que también pueden verse exposiciones temporales, se llena de madrileños castizos y foráneos que quieren pasar un buen rato en torno a una comida con estrella asegurada.
