Las campanas que anuncian la misa de 12h, o las de las 19h son las únicas que pueden altera la calma de la recoleta terraza del Café de las Colecciones Reales junto a la Catedral de la Almudena. Un rincón que desconocíamos hasta el momento y que ya pasa a ser una de las terrazas más excepcionales de Madrid, por su ubicación (entre la catedral y el museo), la agradecida tranquilidad que se respira y el amplio horario de servicio.
Pocos sitios mejor que este para empezar el día, tiene una completísima carta de desayunos, con diferentes tipos de tostadas, repostería artesanal y el muy madrileño pincho de tortilla. Más extensa es aún su propuesta para el almuerzo que podemos configurar a medida, bien optando por platos para compartir (Ensaladilla con ventresca de atún, Tartar de salmón y aguacate, Croquetas, Bravas, Huevos rotos con jamón), o bien formando un menú con entrante o ensalada y añadiendo un principal (Pavías de bacalao con pisto, Salmón teriyaki, Carrillera con parmentier, Presa a la plancha con patatas).
No faltan bocadillos, sandwiches, hamburguesas y bocatines, para los que se acercan hasta aquí para descansar y tomar un tentempié. Más si arrecia el calor: los gruesos muros de la Almudena y los nebulizadores que refrescan la terraza consiguen que aquí se este de lujo. Para encontrarla solo tienes que dirigirte al mirador de la explanada de la Catedral de la Almudena y girar a tu derecha.
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