‘Toc Hostel Madrid’, un albergue para mochileros con clase

Hay una generación de viajeros que, independientemente de la edad que tengan, prefieren la funcionalidad de un hostel sin tener que renunciar a hospedarse en el centro de las ciudades y en un entorno singular. Uno de esos establecimientos que responden a las expectativas de estos ‘mochileros con clase’ es TOC Hostel & Suites, en la plaza de Celenque, a cinco minutos, literalmente, de los principales puntos turísticos de Madrid. Ubicado en un antiguo edificio de viviendas del siglo XIX restaurado con mimo y cuyos largos balcones se asoman a la calle de Arenal, es uno de esos albergues que podrían medirse sin problema con muchos tres estrellas.

Una pequeña recepción a pie de calle da la bienvenida a los viajeros, pero el edificio se despliega en seis plantas a través de su escalera original de madera, sus silenciosos pasillos enmoquetados y sus 55 habitaciones cálidas y funcionales (33 dormitorios compartidos de cuatro, seis y ocho habitaciones con baño propio, y 22 habitaciones dobles, triples y cuádruples, con un total de 273 plazas). En los dormitorios compartidos, femeninos y mixtos, encontramos literas prácticas que ofrecen privacidad; en las habitaciones privadas, camas cómodas y un diseño sobrio con toques de color y humor en vinilos personalizados. La reforma y el diseño de las habitaciones llevan la firma de Carla Navas de GCA Architects, el estudio que se ha encargado también de la personalidad de los establecimientos que la cadena española Toc Hostels tiene en Sevilla y Barcelona.

Pero el alma de este hostel está en su planta noble, la segunda, donde se encuentran las zonas comunes. Una serie de salones encadenados, con suelos de baldosas hidráulicas recuperadas, techos con artesonados que conservan las pinturas originales restauradas y que contrastan con los muebles y lámparas modernos. Allí encontramos el bar y el comedor para el desayuno -no incluido en el precio de la habitación- que es variado y completo y cuesta 5€, también para los no hospedados. El buffet de desayuno se despliega sobre la mesa de billar, que por la noche se transforma en lugar de juego y reunión. En aras de la ‘cultura de hostel’ a la que son adeptos sus huéspedes, hay un pequeño office que ofrece facilidades para prepararse un almuerzo o una cena sencilla y el espacio invita a conocer a otros viajeros mientras se toma una cerveza.

Aunque el huésped de este hostal es independiente, también busca color local. Lo ponen los free tours y walking tours de Sandemans, el Pub Crawl y las noches temáticas -show flamenco, noche de jazz o recitales de poesía- en el escenario improvisado de su bar, que de martes a sábado se abre también al público en general. Con las luces bajas colándose por los balcones hacia las calles nocturnas, el espacio invita a los madrileños a mezclarse con los turistas y hacer de Toc Hostel Madrid un lugar de encuentro.

*Fotos Álvaro de la Fuente