Puede que al caminar frente al número 4 de la calle Duque de Alba pase desapercibida, pero Sala Equis tiene todas las de convertirse en un punto de encuentro referente en Madrid. Con el equipo de El Imparcial a los mandos, este multiespacio sirve cultura en el más amplio sentido de la palabra. Con un concepto que gira alrededor del cine, ofrece proyección de ciclos de películas y alberga una auténtica Plaza de la cultura que acoge desde conciertos a conferencias, proyecciones, encuentros, eventos… Y todo con una gastronomía ideada como comida rápida y fácil de tomar (con las manos, básicamente) pero hecha con mimo y creatividad.
Sala Equis consta de varios espacios. En primer lugar, una terraza cubierta, un callejón que conduce a la sala principal y que está dispuesto con algunas mesas para que empiece allí mismo el encuentro. Al final del mismo se encuentra la Sala Plaza, que se constituye con el espíritu de una auténtica plaza de la cultura, un lugar de encuentro, de charla, de debate… Allí se hacen conciertos, encuentros con personas relevantes de la cultura, proyecciones… Y se come, y muy bien además.
El concepto del bar es sencillo en apariencia, pues esta sala plagada de vegetación y llena de tumbonas de playa, columpios y bancadas de madera no invita a usar cuchillo y tenedor (hay que decir que este espacio cuenta con un reservado para grupos de 8 personas). Así que decidieron crear una carta fácil de comer (con las manos) pero muy cuidada y que se saliera de lo común. Por eso vas a encontrar platos como el Hummus de coco, con ese regusto dulce a esta fruta pero muy leve para que no canse. Ensaladas frescas, como la de salmón marinado con quinoa o de verduras braseadas. Platos más fuertes como las croquetas, clásicas o de queso y kale, hamburguesas (también veganas, con aguacate grill y mayonesa de kimchi), un kebab de cordero pero con forma de rollito para que no sea tan aparatoso comerlo pero sí igual de sabroso, y unas bravas muy nuestras pero con un ali-oli muy ligero por encima y casero. Ojo a esto, todo es casero, que nadie caiga en el error de que siendo un multiespacio y siendo la comida fast, no se cuida el detalle, al revés, todo se hace allí cada día. Y como veis, la oferta satisface tanto al que quiere un picoteo como al que decide cuidarse o al que quiere darse un homenaje.
Subiendo las escaleras se encuentra el Ambigú, un espacio perfecto para tomar un cóctel o un combinado, y a continuación, el cine. La idea de que todo gire en torno a él viene por la propia historia de este enclave. Hasta 2005 este edificio que hoy ocupa Sala Equis eran los antiguos cines Alba, unos cines que han visto cruzar la puerta la historia más picante del siglo XX. Ahora la sala se ha reducido (55 butacas), se ha teñido de rojo intenso y con Sunset Cinema elaborando la programación, proyectará ciclos de cine temáticos y reposiciones.
Y así resucita un enclave histórico de Madrid, con el buen gusto del estudio de arquitectura e interiorismo Plantea (junto a la Payser Big&Small) que ha mezclado un ambiente de plaza de pueblo con sus tumbonas de playa y la vegetación corriendo por las paredes con salas de terciopelo con cierto aire retro que recuerdan tiempos pasados ahora muy presentes.
* Fotos Paco Montanet