Te contamos la historia de ocho de los clubes y discotecas de Madrid que más están despuntando. Locales de moda y underground, para ser visto y dejarse de ver, donde la música electrónica marca las nuevas tendencias nocturnas.
‘CARO CLUB’, FAMOSEO Y CONEXIONES IBICENCAS
En el número 28 de la calle Génova, en el mismo edificio en el que desde hace tiempo vienen funcionando dos de los restaurantes más seductores del Grupo Larrumba (Habanera y Peyote San), se sitúa Caro Club. Un espacio diáfano, amplio pero acogedor, con neones en el techo que le dan un tono como futurista, donde no es difícil cruzarse con algún que otro famoso.
La dirección musical, en la que priman el EDM, la música urbana y algo de organic house, corre a cargo de Boramy, pinchadiscos que comenzó en 2013 a posicionarse en muchos de los espacios más glamourosos de Madrid e Ibiza. A este parisino con corazoncito madrileño, también detrás de Nómada e Istar, se le puede ver habitualmente en el LIO de Pacha Ibiza y en el Hipódromo de la Zarzuela, en esas noches donde se ha complementado estupendamente con la cocina nikkei de Luis Arevalo.
En cuanto a la sesiones, los jueves celebran Extravaganza y los viernes y sábados apuestan por comenzar pronto y dar salida al tardeo con Gitano.
‘THE BASSEMENT’, TECHNO OSCURO Y SELECTO
El techno de línea más oscura lleva el nombre de The Bassement. El club, que abrió en septiembre de 2021 en la calle Galileo, no ha tardado en mostrarse como un claro referente de los sonidos electrónicos más elegantes y seductores. Por su cabina han pasado figuras de talla internacional como Deborah de Luca, Agents of Time o Fatima Hajji.
A esto se suma la after party oficial de grandes citas con la electrónica como Brunch in the Park o Maudes, lo que quiere decir que muchos domingos algunas de sus estrellas se dejan caer para poner música. Es el caso, por ejemplo, de Laurent Garnier. Los demás días de la semana suelen ir firmadas por Nox, Laster o Antídoto. Estos últimos reivindican los jueves a ritmo de trap y reggaeton.
‘CLUB MAGNO’, TEATRAL Y DIFERENTE
Lo circense, teatral y estrambótico se da la mano en Club Magno (Cedaceros 7, <M> Sevilla), ubicado en lo que antiguamente fue El Principito. La sala es una de las más bellas de la capital, con una pista de baile de madera, entelado rojo carmesí que inunda hasta el último rincón y una estructura de antiguo teatro que le da un aire como de otro tiempo.
Magno ha nacido para triunfar y funcionar sin parar. Aunque no es fácil seguir la línea musical que suelen generar cada fin de semana. Sus asociaciones con muchos y diferentes agentes madrileños hacen que su perfil varíe de una noche a otra. Lo mismo un domingo tienen al legendario Sasha, que otro día celebran una fiesta flamenca o que acogen los fastos de cumpleaños de la revista Shangai. Entre los nombres de relumbrón que han pisado su cabina está el afamado productor bonaerense Mariano Mellino, anclado al techno melódico y el progressive house.
‘TEATRO ESLAVA’, BAILE FLAMENCO Y CLUBBING
La reforma de la icónica Joy Eslava ha sido ejecutada por un tótem del diseño: Philippe Stark. Lo que no es decir poco. Es, además, uno de sus mejores trabajos. Donde el minimalismo y la austeridad se han convertido en una de sus notas distintivas del ahora denominado Teatro Eslava (Arenal 11, <M> Sol / Ópea). La tierra y el fuego mueven una arquitectura que mira cara a cara al baile flamenco. Concretamente al cuadro de Cristina Hoyos, que es la encargada de abrir muchas de las noches con el dinner show OléOlá.
Tras el espectáculo llega el formato club, con una sala mucho más grande y palcos que pueden reservarse. Mucho techno melódico, house y fiestas como Chachá The Club, fiesta referente de la música urbana en la capital, o Chica son sus notas distintivas. También productores que sobrevuelan Ibiza, Berlín o Londres, como es el caso de Kalabrese, Pearson Sound, Tiga o Claptone, y que ahora tienen un nuevo espacio en Madrid.
‘VISO SOCIAL CLUB’, ARTE ECLÉCTICO Y FETICHISMO
La sede del antiguo Costa Social Club cambia de nombre: Viso Social Club (Joaquín Costa 27, <M> Nuevos Ministerios). Misma localización y mismo espíritu, reivindicar los sonidos más esquivos en una sala de pequeñas dimensiones, donde sentirse arropado. Sonido cuidado y fiestas diferentes. Entre las que pueblan su programación se encuentran Faraday, que aboga a primera hora de los viernes por mostrar una ecléctica representación con artistas del mundo de la moda, la fotografía, el tatuaje, la literatura o la performance.
En el plano musical imperan estilos como el tribal house y el techno hipnótico con nombres como Maria Marti, Sorentino Barone o Inés Isla. También es interesante seguir las andanzas de La Golfa, la fiesta hosteada por Fetiche y que ha contado con nombres como los de Soffmm y la rapera queer LVL1.
‘LULA’, EL CLUB QUE NECESITABA GRAN VÍA
Una discoteca como las de los ochenta y que reivindica la edad dorada de la Gran Vía, que ahora vuelve por sus fueros. Esos son algunos de los mimbres de Lula (Gran Vía 40, <M> Callao), el club levantado sobre la mítica sala de bailes para mayores Golden. Como no podía ser menos, el de Lula es un sonido brillante y prístino que corre a cargo de figuras internacionales de la música disco, house y techno. Siempre desde la elegancia y el buen gusto.
Pilota el apartado musical, Mattio Torrione, el hombre detrás de After Brunch y el que hace que la discoteca no pierda el pulso de jueves a domingo. Ambiente selecto, con mucho bullicio en los reservados, con botellas de champagne que no paran de desfilar de un lado a otro.
‘MARUSHA SOCIETY’, LA DISCOTECA DE MODA
Marusha (Juan Bravo 35, <M> Núñez de Balboa) es el último club del grupo Lalala, artífice de enseñas como La Bientirada, La Lianta o La Malcriada, entre una decena de proyectos desperdigados por el mapa madrileño. La sala, situada en el corazón del barrio de Salamanca, cuenta con dos plantas, coctelería de autor, decoración que recuerda al mítico bar Silencio parisino y grandes fiestas por la noche donde se junta lo mejor de la zona.
La sala de moda en Juan Bravo tampoco deja de lado el apartado musical, con figuras de la escena local como Danny wade, Toni Moreno o Jorge Ruiz, imprimiendo elegancia y potencia housy. El espectáculo está asegurado cada noche gracias a un potente equipo de animación.
‘HANGAR 48’, EL CLUB UNDERGROUND
Dos salas, dos ambientes y todo cultura de club. De este modo se presenta Hangar 48 (Bailén 24, <M> La Latina), en la zona de Latina, en la calle Bailén. Una sala de espaciosas dimensiones, en la que jugar con las diferentes alturas y la estética industrial. Por momentos recuerda a cualquier garito berlinés. La parte musical se alterna entre el techno hipnótico y la electrónica más orgánica.
Los nombres que suelen firmar la programación cada finde forman parte de colectivos radicados en Madrid como Tibia, Noise, Herzblut, Sweet Meet, Ox Techne, Kintsugi o Síntesis. Un variado y completo elenco de pinchadiscos y productores lanzados a animar las noches de la capital, apostando por músicas de perfil underground.