Si la zona de Lavapiés y Embajadores ya estaba bien surtida de enclaves relacionados con la cultura, el arte o el teatro –las galerías de la calle Doctor Fourquet, La Casa Encendida, La Tabacalera, el Reina Sofía o el Circo Price, por citar sólo algunos–, el tejido cultural madrileño se sigue expandiendo en dirección sur hasta llegar a Palos de la Frontera. Es ahí donde podemos encontrar un espacio cultural con un enfoque transversal, que se ha propuesto acoger entre sus paredes disciplinas aparentemente tan dispares como el arte, la gastronomía o la filosofía.
Así se presenta El Instante Fundación, un lugar en el que, tal y como explica Esther Suárez, su directora, se invita a los espectadores a ‘buscar una reflexión sobre el tiempo presente en nuestras vidas a través de la cultura, el arte y la ciencia’. De ahí el propio nombre del proyecto, que incide en la importancia de mirar hacia el ahora, a ese instante que nunca vuelve y al que tampoco volveremos nosotros.
La fundación se ubica en el edificio que ocupaba la antigua estación sur de autobuses de Palos de Moguer –nombre que recibía esta zona de Madrid hasta que fue rebautizada como Palos de la Frontera–, cerrada a finales de los años 90. Así, la nave central que nos encontramos en la planta baja –y que ahora mismo acoge la impresionante instalación de Christian Boltanski ‘Les registres du Grand-Hornu’, un muro de más de 40 metros de largo hecho a base de cajas de hojalata en las que figuran los nombres de casi 3.000 mineros que trabajaron en la antigua explotación de carbón del Grand-Hornu, en Bélgica–, eran las cocheras de la estación, en la que hace no tantos años entraban y salían los autobuses. Encima de esta nave, tres plantas más –una de oficinas, otra de cocina y otra de salón-dormitorio– reservadas al personal de la fundación, así como a los artistas que acojan allí en residencia o a invitados que tengan algún proyecto en marcha en el espacio.
En El Instante Fundación habrá proyectos de música, literatura, arquitectura, filosofía, gastronomía o ciencia, así como proyectos transversales que combinen unas disciplinas con otras. Como explica Esther, los tiempos que vivimos tienen algo de ese espíritu del Renacimiento, en el que las disciplinas artísticas y científicas tendían a unirse. En cuanto al perfil de los proyectos que acogerán, les interesa todo aquello que pueda aportar algo de luz a este momento de crisis y de cambio en el que vivimos inmersos. En su programa de exposiciones, actividades y eventos se han propuesto colaborar con otras instituciones y entidades que tengan vínculos con las disciplinas que trabajen en cada momento y su idea es tener cerrado aproximadamente un 60% de la programación del espacio, pero poder dedicar el 40% a la improvisación. Además de todo eso, y mientras el espacio esté libre, también lo alquilan para eventos privados.
Se trata de una propuesta de lo más ambiciosa que promete sorprender y dar mucho que hablar, así que es más que recomendable no perder de vista su programación.
Entrada gratuita
De martes a sábado de 12 a 20h
Palos de la Frontera
91 052 24 80