Tras una década trabajando en galerías de arte, la arquitectura efímera y el diseño gráfico, Marta Galea Castellote decidió que ya era hora de abrir un local donde el diseño y el arte vanguardista conectaran. “El objetivo no sólo era era promocionar a artistas y diseñadores sino también fomentar la creatividad española, además de educar en la necesidad de introducir estas dos disciplinas en nuestras vidas y en nuestros negocios”, comenta la directora, comisaria y conectora de proyectos y soluciones creativas de Caotics.
El espacio, situado en el 3 de la Travesía de Belén, está dedicado al objeto de artista, a las piezas exclusivas y a la decoración con algo especial. Es un mundo que pierde la seriedad de la galería convencional a través del uso de las curvas y del color. Mesas, sillas, escritorios, lámparas, cojines, mantas, curiosidades, esculturas o art toy, entre otras muchas cosas, atrapan la mirada de visitante, incluso del entendido y más exigente. Infinidad de caprichos para regalar o regalarse a uno mismo en ediciones limitadas y producción nacional. “España ha sido y es un país con un nivel creativo muy potente en áreas como la moda, la arquitectura o el diseño –comenta Marta-. Actualmente existen una serie de estudios que están haciendo ruido a nivel mundial y que, desgraciadamente, tienen puestas sus miras en el exterior porque aquí, su trabajo no tiene ni visualización ni comercialización”.
Para Caotics es importante recuperar las tradiciones y costumbres artesanales traducidas a objetos cotidianos “pero con una visión más actual, funcional y cercana a nuestro tiempo”, puntualiza Marta. Con este fin, las piezas se muestran como si fuera la casa de un coleccionista imaginario, donde los muebles o los ornamentos conviven unos con otros para su mejor entendimiento, recreando un entorno privado que bien podría ser el nuestro.
Caotic ya cuenta con hits para todos los bolsillos como las baldas de Woodendot, los ganchos de Octavio Asensio Studio, los cojines con forma de jirafa y elefante de Vanesa Soria Lima, el mobiliario de Missana, las lámparas de cerámica de Marre Moerel, los astronautas de Bipolar, las muñecas de Judas Arrieta o el elefante Michelín de Coté Escrivá. Desde Caotics promueven, además, el consumo responsable. “Tenemos la teoría de que hay que cambiar nuestros hábitos de compra y empezar a valorar la calidad y la historia de las cosas “–finaliza Marta-. Es mejor gastarse el dinero en un objeto que realmente te llene y te levante una sonrisa camino de la cocina o el baño, que en cinco piezas que no te aportan nada”.
Este mundo inesperado que es Caotics está en constante renovación por lo que es aconsejable pasarse a menudo no sólo para encontrar la pieza que el salón o la habitación estaba pidiendo a gritos sino también para conocer lo último de las vanguardias interioristas.
* Fotos Alfonso Ondarroa