‘Gigi Meet Me Bar’, un viaje por el Mediterráneo más chic
*** ESTABLECIMIENTO CERRADO ***
Con aires afrancesados, pero renovados, como suele ser habitual en los nuevos restaurantes de la capital, surge Gigi Meet Me Bar, situado en la calle Luchana, entre la quietud del barrio de Chamberí y la actividad de la zona de Bilbao. Su nombre, Gigi, lleva una historia detrás: la de una mujer viajera e independiente, a la que sobre todo le gusta comer y disfrutar de su tiempo, ya sea en buena compañía o de forma autónoma. Así encontramos referencias en carta y decoración que harán que la busquemos continuamente en todos los rincones.
Lo primero que llama la atención del local es su cuidado diseño interior, a cargo del emergente estudio de arquitectura de Marta Auyanet, también responsable de la modélica reforma de La Jefa Home Bar, en Recoletos. Aquí destacan la mezcla de elementos, que van de los cómodos sillones tapizados a la madera que se puede encontrar en los diferentes lugares de la sala. Mesas de mármol, ladrillo visto, impresionantes espejos que permiten ampliar el espacio y una entrada abierta de par en par a la calle hacen el resto.
De la cocina se ha encargado Juan Miguel López Castanier, el que fuera chef responsable de La Taberna de Liria, un bistró de corte mediterráneo que reinó durante 25 años en el área de Conde Duque. En la carta que ha elaborado podemos encontrar platos tradicionales con un toque de sofisticación, como las croquetas de bacalao apimentonado, el tartar de aguacate y cecina, la ensaladilla con sardinas al ajillo, los chipirones en pepitoria, el tiramisú de corvina con caviar de berenjenas o la tarta Tatin con natillas de pétalos de rosa. En definitiva, productos mediterráneos, pero llenos de exotismo. Los detalles son otro de los sellos distintivos del local, la carta, por ejemplo, viene presentada en un bonito diario, con llave incluida.
El amplio horario –ofrecen desde desayunos hasta afterworks– también les permite ser muy dinámicos en cuanto a las propuestas. Los fines de semana, a partir de las 10h, dan un break-chic, una especie de brunch algo más alargado y contundente, en el que al café, el zumo y la french toast con frutas marinas en miel y limón salteadas, se le puede añadir un brioche con huevo poché o una fondue de tres quesos. Estos últimos tendrán su propio espacio un día al mes, con una cata de distintos quesos, que además incluye el maridaje de vinos.
De la selección de los vinos se ha hecho cargo Luisa Uriarte, quien ha introducido referencias diferentes y poco habituales, que sorprenden muy gratamente. Como por ejemplo, los tintos de Calatayud (Garnacha Olvidada) y Mallorca (El Galgo), los blancos de los Valles de Sadacia en La Rioja (Spanish White Guerrilla) y del Bierzo (Baloiro Hormigas), o el cava ecológico Cygnus, sabroso y elegante, que invita a ser disfrutado durante toda una tarde y lo que dure la noche.
