‘Los Chuchis’, un toque inglés en Lavapiés
‘Comida casera con un toque inglés’ es como definen Fer Lasala, Paloma Martín Mateos y Scott Preston la propuesta de Los Chuchis, un pequeño y colorido bar a pocos metros de la plaza de Lavapiés. Bautizado con el apodo cariñoso con el que se refieren entre sí sus dueños, Los Chuchis dispone de unas pocas mesas y una gran barra clásica de bar madrileño, única superviviente del negocio anterior. La decoración se compone de numerosos ‘tesoros’ que estos tres viejos amigos han ido adquiriendo en sus habituales visitas por los mercados de segunda mano de Londres, y que envuelven el local en un escenario de nostalgia y familiaridad.
Recetas tradicionales con un toque inglés, influencias italianas y aderezos exóticos caracterizan la cocina de Scott Preston. Natural de Inglaterra y con años de experiencia en restaurantes como el Joe Allen o el Orso de Londres, el cocinero de Los Chuchis ofrece al comensal una curiosa gama de platos que renueva a diario según los dictados del mercado y su inspiración: menú para el mediodía, todos los días de la semana (tres primeros y tres segundos a elegir; más una opción de medio menú), y un listado de platos ‘para picar’ para la noche. Entre ellos, algunos fijos como las salchichas inglesas con mostaza, camembert al horno con ajos asados, piel de patatas con salsa picante y crema agria, y las bolitas de patata, bacalao y gambas con cilantro y salsa de chile (su personal versión del fish & chips). Una carta generosa en originalidad y ajustada en precios que tiene como máximo exponente el slow roasted pork, cerdo asado a baja temperatura según el recetario popular inglés (cinco horas en el horno y acompañado de manzana caramelizada y gravy), un imprescindible de la casa que se puede degustar exclusivamente en su menú para el fin de semana.
El dulce se sienta a la mesa en forma de tartas caseras y postres clásicos reinventados con el estilo inglés emblema de la casa. La buena mano de Preston también para la repostería nos ofrece la oportunidad de disfrutar de un auténtico London Brick, un bizcocho de limón muy popular en su país. Y para beber, una breve selección de vinos (cuatro blancos y cuatro tintos) y cerveza, Estrella Galicia de barril, la opción más refrescante.
Por lo demás, ambiente amable, campechano, de típico bar de barrio; como exigen sus vecinos y los que frecuentan la zona. Solo hay que ver las bofetadas por lograr mesa. Por lo tanto, obligada reserva.
*fotos: César Díaz Quiroga
