Desde que se reformara hace unos años, el Mercado de San Fernando se ha convertido en un lugar de referencia gastronómica tanto para los vecinos de Lavapiés como para los foráneos. Esta iniciativa, llevada a cabo por un grupo de jóvenes emprendedores, buscó en su día recuperar el mercado de abastos, que estaba sumido desde hace años en un estado de letargo y abandono. ¡Y desde luego que lo han conseguido!
Gente con empuje y nuevas ideas, la mayoría procedente de otros sectores que nada tenían que ver con el comercio, ofrecen desde sus más variopintos negocios productos artesanos, ecológicos y, sobre todo, económicos. Un comercio de cercanía, muy en consonancia con el carácter del barrio y alejado de otras propuestas más elitistas que se han puesto en marcha en la ciudad, dirigidas principalmente al turismo. La finalidad aquí no es desplazar al comercio tradicional, sino integrarlo en su proyecto, fomentarlo. Aunque quienes más han ganado con esta renovación son los vecinos de Lavapiés ya que el mercado se presenta no solo como un espacio de comercial, sino también como un punto de ocio y encuentro. Aquí os dejamos la lista de algunos de los más destacados.
EL MERCADILLO DE LISBOA – Cocina portuguesa (Puesto 30): Cuando Antonio Pereira se mudó a Madrid lo tenía claro: abrir un espacio de la comida típica de su tierra, de Portugal. En este local, como no podía ser de otra forma, el bacalao era protagonista obligatorio. Un tiempo después, esto se hizo realidad y en el puesto 30 del Mercado de San Fernando los amantes de la gastronomía del país vecino que acudan podrán degustar una amplia variedad de bacalaos, entre los que Antonio recomienda el Á Brasa, o algunos platos ibéricos como la carne mechada, las albóndigas o quesos de su tierra. Su propuesta se remata con una variedad de vinos y cervezas del país vecino.
LA TENTACIÓN – Taquería (Puesto 36) Dirigido por la encantadora mexicana Sandra Hernández, en este puesto se encumbra el plato más típico de su país: los tacos. Pero aparte de una gran diversidad de éstos, también cuentan con quesadillas, tamales, guacamole o con el menos conocido pozole: un cocido muy parecido al madrileño que en vez de garbanzos lleva maíz. La propia Sandra define su cocina como una de mercado, muy sencilla, basada en recetas que ha heredado directamente de su madre. En La Tentación la bebida también va a juego con la comida, por lo que los tacos siempre estarán acompañados de una buena cerveza mexicana o de un Jarrito (marca de refresco típico del país). El mismo espacio es también una tienda donde venden productos de su país.
LA ALPARGATA – Cocina tradicional vegana (Puesto 10): El nombre de este puesto es de lo más curioso para ser un local de comida vegana; y es que Juan Aránguez, de ascendencia segoviana, siempre quiso montar una alpargatería en esta provincia castellana. Pero la vida lo deparó en Madrid y como recuerdo de esa primera idea llamó a su puesto del Mercado de San Fernando ‘La Alpargata’. En este local nos vamos a encontrar comida tradicional vegana como las hamburguesas, las croquetas o las albóndigas, todas ellas cocinadas con verdura, soja, avena u hortalizas. De aquí uno no se puede ir sin probar la Lasaña de boloñesa vegana y o uno de sus vinos ecológicos de Castilla.
YANKENPON- Cocina japonesa (Puesto 11): Yankenpon es la cocina japonesa que necesita el Mercado de San Fernando: un local basado sobre todo en el sushi tradicional, es decir, sin fusiones ni experimentos rocambolescos. Aunque aparte de su excelente sushi, el cliente también podrá degustar diferentes ramen. Pero Yankenpon es mucho más: sus creadores, japoneses, buscaron desde su apertura un acercamiento de la cultura nipona a Madrid. Por ello, todos los productos son de esta isla asiática, su decoración como una izakaya o, cada cierto tiempo, hacen exposiciones sobre la vestimenta y cursos de cómo cocinar un buen sushi. El restaurante es también una tienda en la que se pueden adquirir productos japoneses (con los que ellos mismos trabajan) o libros.
BENDITO – Vinos y vinilos (Puesto 4): ‘Bendito’ es una oda al vino, al dios Baco. Pero no a todos los vinos, sino únicamente a los naturales, es decir, aquéllos que no llevan aditivos ni procesados. Son especialistas en estos vinos de pequeño productor y entre sus referencias hay caldos traídos desde Francia, Italia, Portugal y España. Esta apuesta tan específica se debe a que su dueño, José González, entiende que hay que retomar muchas facetas del pueblo y trasladarlas a la ciudad. Cuenta con una amplia variedad de referencias que va cambiando constantemente (cada semana incluye 15 nuevas) y su local también funciona como un espacio donde realiza catas y presentaciones de vinos. Además de ser una tienda, el cliente también podrá probar allí los vinos por copas. Todo ello a precios muy económicos.
ROSTELLERÍA LA SALETTA – La Italia de Las Marcas (Puesto 35): La Rostellería recibe su nombre por su producto estrella: el rostelle. Este exquisito plato es el más típico de la zona sur de la región italiana de las Marcas y consiste en unas unas brochetas de oveja macho capado. La carne es traída directamente de allí y se trata del único restaurante en Madrid con esta propuesta. Aparte de la rostelle, también cuentan con otros platos de la zona como la porchetta (asado de cerdo) o pizzetas de lo más variado. Pero esta vinculación con Las Marcas también se encuentra en lo líquido: tanto la cerveza como los vinos provienen de esta región.
SON DE LATA – El reino de las conservas (Puesto 29): Cuando Fernando Verdasco se lanzó a abrir un puesto en este mercado lo tenía muy claro: un local en el que los productos fueran todos en conserva y diferentes a los que están en el mercado. Así, en ‘Son de lata’, el cliente encontrará casi 200 referencias sin ningún tipo de conservante y hechas por productores pequeños. Además de comprarlas, las latas también se puede probar in situ. Una gran variedad de conservas en la que hay tanto platos elaborados (Alubias con faisán o Carrilleras de ternera en salsa de vino tinto) hasta productos ecológicos (mermeladas, verduras, del mar). También cuenta con una excelente selección de vermuts tanto nacionales como extranjeros y cervezas artesanas más gastronómicas.
GARITO – Cocina chifa (Puesto 70): Carlos Mont, peruano con ascendencia china, abrió su puesto en este mercado con el fin de dar a conocer la cocina que mezcla las dos culturas que lleva en su sangre: la chifa. Así, en ese local podremos degustar una riquísima gastronomía donde lo más potente son los ceviches, todos ellos del norte del Perú (entre los que destaca el de pescado). Pero aparte de los ceviches, también cuenta con arroz chaufa (típico de la región cantonesa de China) o el tallarín saltado, en el que se unen lo mejor de esta pasta china con el plato típico peruano del lomo saltado. La carta se completa con una amplia variedad de cervezas peruanas y artesanales.
LA SIEMPRE LLENA – Vinos a granel y aceite (Banca 68): Un establecimiento que recupera la venta de vino a granel, procedente de bodegas y cooperativas de la Comunidad de Madrid. Blanco, rosado o tinto, algunos de cultivo ecológicos, y vermut de barril. Lo entregan en botellas de cristal de litro y 3/4 reutilizables, a la que añaden su correspondiente etiqueta con el nombre de la bodega de la que procede, la variedad de uva empleada y la graduación. Además, cuatro variedades de aceite de oliva envasado: picual (Jaén), arbequina (Girona), verdejo (Guadalajara) y cornicabra (Toledo).
LA BUENA PINTA – Cervezas artesanales (Banca 33): Local dedicado en exclusiva a la cerveza artesanal, con múltiples referencias, la mayor parte de ellas de producción nacional. Muchas cervezas también de importación, y algunas sin alcohol o para celíacos (sin gluten). Sus responsables no dudarán en guiarte en tu elección, siempre dispuestos a descubrirnos todas las posibilidades de la birra artesanal.
LA FRUSLERÍA – Artesanía y regalos (Local 63): Un grupo de jóvenes dirige este local que acoge creaciones de artesanía y diseño hechas a mano, buena parte de ellas realizadas por artistas y artesanos de Lavapiés: camisetas, muñecos y objetos de ganchillo, complementos, láminas decorativas… Cuentan con un apartado dedicado a los niños, con numerosos artículos de la firma Crianza Natural, especialmente creados para desarrollar la emotividad y sensibilidad de los bebés. Su lema: ‘Bonito hay que decirlo’.
LOS PANCHITOS DE ENFRENTE – Quesos y conservas (Local 71): Los mexicanos Alejandro y Polo están detrás de este mostrador en el que lucen una selección de quesos españoles, holandeses, franceses e italianos. Completa su oferta una cuidada colección de conservas ecológicas: mermeladas, patés, salsas para cocinar… También preparan tablas y tostas para tomar en el mismo mercado.
LA PISTOLA – Despacho de pan (Local 71): No podía faltar. Un despacho con gran surtido de pan, de calidad y a precios moderados. De centeno, espelta, payés, de cebolla… y la imprescindible ‘pistola’. Su mostrador acoge también una pequeña selección de panes de masa madre (cacao y naranja amarga, pasas y nueces, tres quesos), croissants, empanadillas rellenas y saladitos. Para los cocinillas, todo tipo de harinas para emplear en casa.
PUESTO EN CONSTRUCCIÓN – Espacio de coworking: Puesto En Construcción (PEC) es un espacio de trabajo compartido por una docena de profesionales de distintos sectores cuya labor suele estar vinculada con colectivos de acción social: comunicación, edición y diseño editorial, servicios de rehabilitación y arquitectura… Ellos mismos se han ocupado de levantar este espacio de dos plantas en lo que fuera una antigua pescadería, utilizando materiales reutilizados y procurando la aplicación de métodos artesanales, bioconstrucción y eficiencia energética que forman parte de los principios fundacionales del colectivo.
CAFÉ CARMEN – El Bar Carmen fue creado con la finalidad de acercar al centro de Madrid la auténtica Castilla-La Mancha. Por ello, el establecimiento está compuesto por una mayoría de referencias de esta zona: desde la carta, hasta las bebidas o la decoración. Su propuesta se basa fundamentalmente en el picoteo (no disponen de cocina) y en ella nos podremos encontrar conservas de platos típicos de la zona como el morteruelo (paté a base de carnes de caza) o el ajoarriero (patata, bacalao, huevo cocido, ajo morado y aceite de oliva virgen). Y en el apartado etílico, buenos vinos manchegos y las cervezas artesanales. En consonancia con esto se encuentra la decoración, que recurre a motivos de flora y fauna manchega. Tiene un horario ininterrumpido desde primera hora, momento en el que se puede acudir a probar sus deliciosas tartas y muffins artesanales, hasta por la noche, cuando ofrecen copas y cócteles. Su terraza en el exterior, en la plaza de Agustín Lara, está abierta todo el año.
EXARCIA – Comida griega (Local 33): El griego Emmanuel Christakis trae al mercado los platos más populares de su país: moussaka, albóndigas con arroz, pitas variadas, tomates rellenos, dolmades (hojas de parra rellenas de arroz)… Viandas que él mismo se encarga de cocinar allí mismo con los productos que diariamente adquiere en el mercado junto a otros esenciales de la gastronomía helena (queso, yogur, mostaza, aceitunas…). Para llevar a casa o tomar en el en alguna de las mesitas frente al puesto junto a un vino de la tierra. Realmente bueno.