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Carlos Villoslada, arte cargado de sensibilidad y delicadeza

María Arranz

Carlos Villoslada es un artista multidisciplinar que ha hecho de la sensibilidad, la delicadeza y el romanticismo las señas de identidad de su trabajo. Se atreve con todo tipo de soportes, desde la cerámica hasta el papel, pasando por  los lienzos y las telas, y de vez en cuando, también con las esculturas y las instalaciones.

carlos 12Originario de Baños de Río Tobía –en La Rioja–, lugar donde se crió y al que regresa siempre que puede en busca de inspiración, comenzó a interesarse por el mundo del arte desde muy pequeño. Recuerda con una sonrisa que todo empezó como un juego donde mezclaba diferentes materiales que recogía del campo y a los que iba dando forma. Aunque originalmente su camino iba dirigido a seguir con el oficio de sus padres, trabajando en la granja familiar y compaginándolo de manera autodidacta con la vertiente artística, finalmente acabó por lanzarse a la piscina y decidió dedicarse de lleno al mundo del arte. Sin embargo, el hecho de haber trabajado durante tanto tiempo en un oficio donde estaba en permanente contacto con la naturaleza, le sirvió para crear lo que ahora refleja en su trabajo. Las horas en el campo junto a los animales, el paisaje y un cuaderno de apuntes han sido para él un gran aprendizaje.

Reconoce que le encanta experimentar y probar nuevas formas de expresión, porque cada una tiene un carácter particular que la hace especial y que condiciona de alguna manera su forma de trabajar. Con la cerámica, por ejemplo, Carlos tiene la oportunidad de contenerse, de expresarse en un espacio mínimo y frágil; por el contrario, un lienzo de gran formato, tiene el don del movimiento y le permite expresarse y contemplarlo de cerca y de lejos.

A la hora de crear, le inspira la relación directa con la naturaleza y el lenguaje que se puede crear entre ésta y cada persona. Nidos, raíces, corazones o embriones pueblan sus dibujos, que siempre tienen un carácter intimista y un toque muy personal. Pero si hay un motivo recurrente en sus piezas, ese son los pájaros, que siempre han estado muy presentes en su vida. Tiene especial fascinación por las aves migratorias como las golondrinas, que año tras año vuelven al lugar donde nacieron y que para Carlos son una representación de la vuelta a los orígenes, a casa.

carlos 8En cuanto a sus referentes artísticos, cita a Miquel Barceló, que siempre ha sido una especie de ídolo para él, especialmente por su vertiente autodidacta y su utilización de la materia, que también recoge de la tierra. En el caso de Carlos, que trabaja habitualmente con porcelanas, todas ellas son rescatadas, encontradas en rastros o mercadillos o a través de amigos que se las traen. Antes de llegar a sus manos, cada pieza ya tiene su propia historia, lo que las convierte en únicas. Como único es el plato que le dedicó a Manuela Carmena, una pieza con la que quiso sumarse a la campaña que muchos artistas llevaron a cabo para apoyar a la ahora alcaldesa de Madrid. Su plato es un guiño a recuperar la ilusión y lo olvidado, con un nombre de mujer luchadora, trabajadora y constante que, además, coincide con el nombre de su propia madre.

Sus piezas pueden encontrarse en varios puntos singulares de Madrid, como Serendipia –una joven galería del Barrio de Las Letras–, The Extreme Collection en Claudio Coello o Rughara en Malasaña. Además, expone regularmente en algunas galerías, pone a la venta sus productos en diferentes ferias de arte y decoración, y en septiembre comenzará una colaboración especial con una marca de ropa española.

Sin duda, un artista que vuela alto y al que seguir muy de cerca.

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